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Al iniciar este blog, dije que quería escribir sobre las cosas que me han ayudado a seguir con mi fe, a pesar de los desafíos a fe que experimentamos hoy en día. Uno de esos temas era las preguntas sin respuestas en el campo científico, un post que hice hace unos meses. Este post no añade nada a la discusión científica en aquel post, pero de alguna manera trata del mismo tema, esta vez mirando a lo que dice las escrituras sobre la creación, y por qué creo que la cuenta bíblica de la creación es todavía relevante (y seguirá siendo relevante), no importa lo que descubran en el campo científico en el futuro.
Cuando yo era niño, el primer capítulo de Génesis me parecía increíble. Que Dios creó el mundo en siete días solamente con hablar fue una historia fascinante y muy creíble. Veo la misma fascinación en mis hijos y en sus clases de escuela dominical. La historia fue una sencilla, clara explicación de cómo el mundo (incluso nosotros) llegó a existir – aún explicaba por qué tenemos una semana de siete días. Bueno, el proceso de crecer tiene una tendencia de cambiar nuestro entendimiento de la vida, haciéndolo mucho más complicado, pero también mucho más interesante. Este es lo que me ha pasado con la historia de la creación en el primer capítulo de Génesis. Aunque pasé muchos años estudiando el creacionismo desde la perspectiva de una tierra joven (y todavía me interesan algunas de sus ideas), eventualmente empecé a sentir que algo faltaba en sus discusiones y teorías. En particular, sobre todo por aprender más sobre cómo interpretar la Biblia, empecé a preguntarme si lo estuviéramos leyendo en la manera correcta. Han pasado muchos siglos desde que ese capítulo fue escrito, y empecé a interrogarme si la audiencia original lo hubiera entendido en la misma manera que nosotros, y cuál era el punto principal del autor. Al buscar respuestas a esas preguntas, he llegado a entender e interpretar el primer capítulo de Génesis en una manera muy diferente de la interpretación de mi juventud. A decir verdad, es una interpretación que tiene muy poco que decir sobre la edad de la tierra o el método de su creación. Más bien, creo que Génesis 1 se les presentaba a los israelitas como una cosmovisión alternativa, una que todavía tiene relevancia para nosotros hoy en día, y una que deja a un lado los argumentos sobre la edad de la creación para enfocarse más en unos conceptos que son mucho más importantes a nuestra vida.
Aunque he tenido muchas influencias en este viaje, tengo que notar la influencia de John C. Lennox1 y John H. Walton. En particular, muchos de las ideas destacadas abajo vienen del comentario de Walton sobre el libro de Génesis.2 Si quieres una explicación mucho más detallado de algunos de estos conceptos, te animo a leerlo.
Audiencia y autor
Para empezar, hacemos las preguntas sencillas de ¿quién escribió esta historia?, y ¿a quién se dirigió? La tradición (y los libros mismos) dice que Moisés escribió la mayoría de la Pentateuco (los primeros 5 libros del Antiguo Testamento) y que él lo terminó antes de entrar en la Tierra Prometida (que pasó al más tardar por el año 1200 AC). Otros dicen, basado en detalles dentro del texto y el lenguaje, que no fue escrito hasta muchos años luego, tal vez hasta el periodo de las persas, cuando regresaron los israelitas de su exilio. Personalmente, me parece difícil creer que fue escrito tan tarde. Puesto que no tenemos ninguna evidencia muy clara (o sea, que muestra definitivamente la fecha), me inclino a creer que es una historia que vino principalmente de Moises, aunque se puede debatir los detalles de cuándo y cómo fue escrito.3 Pero sean como sean los detalles, hay algunas notas que tenemos que tomar en cuenta cuando leemos Génesis:
- Fue escrito en el Antiguo Medio Oriente (AMO) en un contexto y cultura más amplio que tenía su propia manera de explicar la creación del mundo, como demuestra obras como Enûma Elish, un mito de creación de los babilonios. Aunque nadie ha mostrado que Génesis deriva de obras ancianas de Babilonia, Egipto o otros lugares, es razonable suponer que los israelitas sabían cómo explicaban el mundo esas otras culturas, en la misma manera que nosotros estamos conscientes de la cultura (o las culturas) a nuestro alrededor. Ellos eran parte de una cultura más grande, y es evidente que haya una variedad de conceptos comunes del AMO que están presentes en el libro de Génesis, aunque con un giro significante que los diferencia de los de sus contemporáneos.
- Fue escrito con el contexto de los israelitas en mente – su salida reciente de Egipto, su esclavitud allá, y todos los dioses y creencias que habían conocido en ese contexto, además del contexto más amplio que acabo de mencionar.
- Obviamente, no había nadie presente durante la creación, excepto por los últimos versículos cuando fueron creados Adán y Eva.4 Eso significa que esta historia se conoce solamente por la revelación de Dios. No hay manera de saber si se la reveló a Adán y Eva, y ellos la pasaron a sus descendentes, o si se la reveló a Moisés, pero sabemos que es una revelación, no un testimonio de testigos oculares. Eso significa que Dios tenía la opción de revelar esta historia en una manera precisa (lo que terminamos científicamente o históricamente), o en una manera literaria (en forma de una historia o poema que captura los conceptos principales en una forma que entendía la gente dentro de su contexto y cultura). Aunque los dos son posibles, me inclino hacia la segunda por varias razones que explicaré durante la exposición.
Género
Como mencioné en el punto anterior, tenemos que decidir qué tipo de literatura Génesis 1 es para poder entenderlo bien. Como muchos, mi presuposición como niño era leerlo como una cuenta histórica – un hecho real y preciso. Sin embargo, no lleva mucho para darse cuenta que es más que una simple cuenta histórica. Los días 1-3 se reflexionan en días 4-6. O Dios creó en una manera muy poética (que sí, es posible), o la historia fue contada y arreglada a propósito en una manera muy fluida y poética. Además, vemos la repetición de diferentes frases (“era bueno”, “vino la noche y llegó la mañana”, etc.), y de repente se nos enfrenta una cuenta muy poética. Después de un intercambio breve con una científico creacionista, quien juró que este pasaje fue completamente histórico, llamé al profesor lingüístico de mi seminario para preguntarle. Con mucha firmeza y nada de hesitación, él declaró que Génesis 1 era un tipo de literatura que se llama “narrativa poética”, al igual (aunque más corto) que otros mitos5 de creación como el Enûma Elish que mencioné anteriormente. Eso tiene mucho sentido para mi y cabe muy bien con los elementos poéticos presentes.6 Eso significa que no es “pura historia”, igual que una descripción de la segunda guerra mundial, por ejemplo. Yo sé que no todos van a estar de acuerdo conmigo, pero hasta ahora no he encontrado un argumento que me convence que esta historia tiene que ser histórica, y no puede ser poética.
Propósito
Desafortunadamente, es imposible entrar en la mente de un autor para determinar exactamente cuál era su propósito. Lo mejor que podemos hacer es tratar de entender el flujo general de lo que estaba tratando de comunicar, junto con los propósitos literarios y culturales del tiempo en que estaba escribiendo. Aunque tal vez no vamos a agarrar perfectamente su propósito, estaremos mucho más cerca si empezamos ahí en vez de empezar de nuestra propia cultura, que es por lo menos 2500 años de distancia del contexto original.
Con esto en mente, estoy convencido por el argumento de Walton que el enfoque principal de Génesis 1 no es la estructura (las partes y material), sino la función (el propósito y papel) del cosmos. En particular, él muestra que el término que usaba el autor para decir “crear” tiene más el sentido de “organizar y arreglar” que “fabricar”. Al decir eso, ni Walton ni yo está tratando de decir que Dios no creó, en algún momento y manera, el universo ex nihilo (de nada), sino que eso no es el enfoque de Génesis 1. Parece, tanto en la cultura más amplia como en el contexto israelita, que la pregunta que todos hacían no era “¿Cómo creó Dios todo eso?” (que es lo que nosotros preguntamos), sino “¿Qué es su propósito, y cómo funciona?” Ellos querían entender cómo se organizaba el cosmos, no cómo llegó a existir. Como vamos a ver, esto impacta bastante a nuestro entendimiento del pasaje.
Génesis 1
Podría tomar mucho tiempo exponiendo todas las complejidades del pasaje, pero en vez de hacer eso, te apunto otra vez al comentario de Walton por una explicación más profunda. Aquí, solo quiero resaltar algunos de los factores importantes que me llamaron la atención.
- ¿Te has dado cuenta de la descripción del mundo que se ve en versículo 2? ¿Que en el principio había “una caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas”? La descripción aquí no se trata de falta de existencia, sino falta de orden. Eso cabe muy bien con el concepto anciano de la oscuridad y las tinieblas como evidencia de caos y falta de propósito. Eso explica el pasaje mucho mejor que nuestro concepto de falta de existencia y Dios llamándolo a existir desde nada (ese concepto se encuentra más en versículos como Hebreos 11:3).
- Hay una falta completa de la personificación de los cosas, que se encuentra en marcado contraste con las otras cosmovisiones ancianas. En otras palabras, el agua, la oscuridad y el caos no son dioses ni diosas (como Tiamat, la diosa de agua que se cortó en dos para crear el cielo y el mar en Enûma Elish). Eso así en toda la cuenta. Las luces mayores y menores (el sol y la luna) son nada más luces, no dioses. Ni siquiera les pone nombre! La cuenta entera cambia el enfoque desde un grupo de dioses que le dieron función a la tierra (y por eso necesitaban sacrificios para controlar sus zonas respectivas) a un Dios único que creó y controló todo.
- Relacionado a eso, el concepto de caos es completamente diferente de lo que se ve en otras cuentas ancianas. En vez de ser malvado, nada más es. Como dice Walton, “No hay nada siniestro o amenazador de este caos en Génesis; es simplemente la indicación de que Dios todavía no ha hecho su trabajo”.7 Vemos en estos dos puntos que el autor está tomando conceptos comunes y cambiándolos para explicar el cosmos en una manera diferente.
- El primer día de la creación es lo que más me llama la atención, y establece el tono por lo demás del capítulo. Ha habido muchas explicaciones científicas (o por lo menos intentos a explicaciones) tratando de explicar cómo Dios creó la luz el primer día, pero esperó hasta el cuarto día para crear las fuentes de la luz. Sin embargo, Walton sostiene que el enfoque de la cuenta no es la creación de olas y partículas (la estructura), sino el funcionamiento del mundo (el propósito). Cuando Dios separa la luz de la noche, el enfoque es la creación de un patrón de tiempo – día, noche, día, noche, etc. Este es el concepto fundamental por la medida de tiempo: el transcurso de días. Interesantemente, cuando leemos las definiciones en versículo 5 (“A la luz la llamó «día», y a las tinieblas, «noche»”) y las trasladamos a versículos 3 y 4, el pasaje suena muy diferente: “Y dijo Dios «Que exista el día!» Y el día llegó a existir. Dios consideró que el día era bueno y lo separó de la noche.” No sé si eso es legítimo lingüísticamente en la lengua original, pero creo que nos ayuda a obtener una buena comprensión del enfoque de Dios en este pasaje. Él establece el paso de tiempo como el base fundamental de nuestra vida aquí en la tierra.
Otra nota que cabe bien aquí es cómo Dios dijo que todo era bueno. Otra vez, esto contradice la cosmovisión contemporánea, que aparentemente veía a la oscuridad como una de las fuentes de caos y algo a temer. A diferencia de esa opinión, Dios dice que el tiempo es bueno – tanto la noche como el día. Vemos algo similar en otros días, en particular día 2 (el mar se veía como algo caótico y siniestro) y días 5 y 6, donde ambos los animales salvajes y los monstruos marinos se nombren como algo bueno y no malvado.
- En el segundo día, Dios separa el agua en dos grupos – el agua abajo y el agua arriba. Yo recuerdo estudiando literatura de los creacionistas de tierra joven cuando estaba en la preparatoria. Basado en este versículo, ellos postulaban que en el principio, la tierra se rodeaba por una canopia de agua que causaba un efecto invernadero que resultaba en animales más grandes (dinosaurios), vidas más largas (como vemos en la Biblia y otras culturas antiguas), y, obviamente, más calor. No he visto ese argumento por un buen tiempo. De todos modos, en el mundo antiguo, no compartían nuestro entendimiento del cielo, el espacio, las estrellas, etc. Ellos creían que el cielo era un domo firme, y que todo el agua en sus varias formas (la lluvia, la nieve, el granizo) entró en el domo desde fuera y que las estrellas estaban dentro o encima del domo (pero ciertamente no muy lejos en el espacio, como lo entendemos nosotros). Su entendimiento era completamente lógico dado lo que observaban. El propósito del firmamento en los tiempos antiguos era regular el sistema meteorológico. Eso es lo que vemos cuando leemos día 2 con esto en mente. Dios creó el firmamento (un domo o bóveda) que se llamaba el cielo. Dejó un poco de agua por abajo y puso un poco arriba (la lluvia, la nieve, el granizo). Básicamente, Él estableció el sistema meteorológico.
- El día 3, vemos a Dios juntando el agua en un lugar para crear la tierra seca (que está de acuerdo con el entendimiento de esa época de una masa de la tierra rodeado por el mar). Luego causa que las plantas crezcan y reproduzcan según su especie. Otra vez, en lugar de enfocarse en las cosas específicas que Dios había creado (las plantas, el mar, la tierra seca), es útil pensar en el concepto de organización – creando un sistema agricultural que funciona. Por el final de día 3, en vez de un caos desorganizado, encontramos un mundo que está funcionando como debe: se ha establecido el tiempo, el sistema meteorológico, y el sistema agricultural. Todo es bueno y está listo por sus habitantes, a quien Walton refiere utilizando el término “funcionarios”, o las cosas y seres que gobiernan y llenan estos diferentes espacios.
- El día 4, el autor regresa a la esfera preparada el primer día, y vemos la llegada y propósito de las luces: para separar el día de la noche, para servir como señales de las estaciones (mejor, los tiempos sagrados), de los días, y de las noches, y para brillar en el firmamento para iluminar la tierra. Es una explicación de su función, no su fabricación.
- El día 5 también refleja día 2, esta vez llenando el firmamento y las aguas con sus funcionarios respectivos. Esas criaturas no son enemigos (un punto que no vemos bien un nuestras traducciones – la palabra que se usa refiere a las animales grandes del mar – no ballenas, sino monstruos de caos), sino que tienen una función y fueron puestos ahí por Dios mismo.
- Por fin, el día 6 refleja día 3, presentando a los animales (los domesticados, las manadas silvestres y los depredadores) como los funcionarios (habitantes) de esta esfera.
- Lo más notable del día 6, claro, son los humanos, que fueron creados en la imagen de Dios y dados el rol de gobernar el mundo que Dios creó. El enfoque es la imagen de la humanidad: que ellos de alguna manera tienen la esencia de Dios y su carácter, y también tienen el rol de actuar como los representativos de Dios para gobernar y dominar la tierra. Como los otros conceptos, este papel y concepto de la humanidad difiere notablemente de las cosmovisiones contemporáneas, que decían que los humanos nacieron de algún tipo de conflicto o relación sexual entre los dioses, que los humanos a menudo eran una frustración a los dioses (hacían demasiado ruido) y que servían el rol de proveer comida para los dioses a través de sus miles de sacrificios. Para citar otra vez a Walton, “Mientras que la literature de Mesopotamia se preocupa por la jurisdicción de los varios dioses en los cosmos con los humanos en la parte inferior de la pila, la cuenta de Génesis se interesa en la jurisdicción de la humanidad gobernando lo de más de la creación como un resultado de la imagen de Dios en la cual se crearon los humanos.”8
Entonces, ¿dónde nos quedamos? (No voy a tratar con el día 7, puesto que la mayoría del desacuerdo de la interpretación de este pasaje se enfoca en el asunto de la creación, no del descanso al final.) Creo que hay algunas cosas que Génesis 1 no es, y algunas cosas que nos enseña que a veces se nos olvidan.
Primero, no es un texto de la historia como a menudo lo interpretamos. Segundo, no se preocupa principalmente con la creación de la estructura (cosas), sino con la función – cómo funciona el universo. Como tal, casi no tiene nada que decir sobre asuntos científicos o el método de creación o la cronología de la creación. No se enfoca en relatar la edad de la tierra y los pasos físicos de la creación. En este sentido, estamos libres a seguir dondequiera que la ciencia nos guíe, sin preocupación por los resultados. Eso es todavía un debate que no tiene resolución, pero podemos debatir sin preocupación.
Lo que esta cuenta nos enseña es una variedad de verdades que tienen relevancia por nuestra vida. Primero, el mundo fue creado (y hecho funcionar) por Dios. Cuando Génesis fue escrito, contradijo la cosmovisión que decía que muchos dioses hicieron el mundo y fueron responsables por su mantenimiento. Actualmente, esta creencia contradice el punto de vista naturalista que dice que todo pasó sin la necesidad de Dios. Podemos tener muchos debates sobre los detalles de cómo Dios creó el mundo (estructuralmente), pero esos desacuerdos y debates no deberían arruinar nuestra convicción compartida de que Dios lo hizo.
Segundo, nos proclama que el mundo es bueno y funciona como debería funcionar. Eso fue un mensaje muy importante en aquel época, cuando había tantas fuerzas caóticas (animales salvajes, la oscuridad, el mar, etc.) que provocaban miedo en vez de celebración. Hoy en día, la mayoría de estas cosas no nos causan tanto temor como antes. En su lugar, somos más probables a ver a la tierra, o como un recurso para utilizar y abusar o como una entidad para alabar. La historia de creación nos traza un curso mediante. La tierra es buena, y deberíamos entenderla y valorarla, pero no es digno de alabanza. Podemos dominar y gobernar el mundo, pero no abusarlo. Es bueno, y deberíamos tratarlo con el respeto y el cuidado que merece. Además, este concepto (de la creación siendo como debería ser) nos enseña que aún el tiempo fue una creación de Dios, y que el paso de tiempo es algo natural y bueno. Luchamos con este concepto. Nos esforzamos para detener las manos del tiempo (o por lo menos el proceso de envejecer), pero el tiempo es también una creación de Dios por este mundo.
Por fin, el valor de la humanidad en la imagen de Dios se sostiene, con todas sus ramificaciones. Tenemos valor, y somos diferentes que los animales, que no fueron creados en la imagen de Dios. Tenemos un propósito en este mundo, y es un propósito con significado y aún dignidad y nobleza. Es el propósito de administrar este mundo que Dios nos creó. Esto tiene implicaciones grandes por cómo nos vemos a nosotros mismos, por nuestro trabajo, y por nuestro lugar en este mundo.
Génesis 1 es un pasaje de escritura muy bonito. Me encanta. Cree un base importante por lo demás de las escrituras – quien es Dios, quienes somos nosotros, y cuan impresionante es este mundo. Y creo que cometemos una injusticia, tanto a este pasaje como a nuestro entendimiento de nuestro papel en ese mundo, cuando nos enfocamos casi exclusivamente en un debate de ideas científicas que la mayoría de nosotros ni siquiera entendemos bien, y que nos distraen del mensaje central del capítulo. Aunque no insisto que todos tienen que convertirse a esta interpretación del pasaje, creo mucho que tenemos que dejar a un lado la discusión sobre cómo creó Dios el mundo y trabajar junto para proclamar la presencia de Dios, el valor y propósito de la humanidad, y las maravillas de este mundo que Dios nos ha dado.
1 Sobre todo su libro Seven Days that Divide the World: The Beginning According to Genesis and Science. Zondervan, 2011.↩
2 NIV Application Commentary: Genesis. Zondervan, 2001. Este comentario me ha impresionado mucho. Es uno de los pocos comentarios que he leído como un libro.↩
3 Es posible que las historias que se encuentran en los primeros cinco libros fueron pasados oralmente o en forma escrita desde Moisés, o aún antes de Moisés, y luego fueron juntadas y sintetizadas en una sola cuenta. Aún es posible que hubiera varios momentos de colación. Eso no tiene que negar la primacía de Moises como el autor. Como cristianos que creen que la palabra de Dios fue inspirada, es posible extender el concepto de inspiración tanto a los editores como al autor. Pablo dijo que las escrituras fueron inspiradas, no que una persona o método en particular fue inspirado. Fue una obra humano-divino, y creo que muchas veces restringimos ese colaboración sin necesidad a una creencia particular de cómo pasó.↩
4 Por el propósito de este post, no voy a entrar en el debate de si Adán y Eva eran personas históricas, o son figuras literarias construidas para comunicar una verdad sobre la humanidad.↩
5 No estoy diciendo que Génesis 1 es un mito en el sentido de “falso”. En el contexto anciano, los mitos eran más o menos una explicación “científica” de algo. En este sentido – una explicación de cómo Dios creó el mundo – Génesis 1 es igual a los otros mitos de ese tiempo.↩
6 Algunos dicen que Génesis 1 no cabe dentro de la poesía tradicional de los israelitas, pero no creo que debamos clasificarlo como histórico solamente debido a esa diferencia. Es muy probable que se escribiera Génesis siglos antes de los Salmos y proverbios, y uno no puede negar la presencia de elementos poéticas dentro de ello, entonces, creo que identificarlo como una narrativa poética es justo.↩
7 Walton. Genesis. p. 74 (traducción mía).↩
8 Walton. Genesis. p. 134 (traducción mía).↩