La creación – ¿7 días? ¿o algo completamente diferente?

La creación – ¿7 días? ¿o algo completamente diferente?

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Al iniciar este blog, dije que quería escribir sobre las cosas que me han ayudado a seguir con mi fe, a pesar de los desafíos a fe que experimentamos hoy en día. Uno de esos temas era las preguntas sin respuestas en el campo científico, un post que hice hace unos meses. Este post no añade nada a la discusión científica en aquel post, pero de alguna manera trata del mismo tema, esta vez mirando a lo que dice las escrituras sobre la creación, y por qué creo que la cuenta bíblica de la creación es todavía relevante (y seguirá siendo relevante), no importa lo que descubran en el campo científico en el futuro.

Cuando yo era niño, el primer capítulo de Génesis me parecía increíble. Que Dios creó el mundo en siete días solamente con hablar fue una historia fascinante y muy creíble. Veo la misma fascinación en mis hijos y en sus clases de escuela dominical. La historia fue una sencilla, clara explicación de cómo el mundo (incluso nosotros) llegó a existir – aún explicaba por qué tenemos una semana de siete días. Bueno, el proceso de crecer tiene una tendencia de cambiar nuestro entendimiento de la vida, haciéndolo mucho más complicado, pero también mucho más interesante. Este es lo que me ha pasado con la historia de la creación en el primer capítulo de Génesis. Aunque pasé muchos años estudiando el creacionismo desde la perspectiva de una tierra joven (y todavía me interesan algunas de sus ideas), eventualmente empecé a sentir que algo faltaba en sus discusiones y teorías. En particular, sobre todo por aprender más sobre cómo interpretar la Biblia, empecé a preguntarme si lo estuviéramos leyendo en la manera correcta. Han pasado muchos siglos desde que ese capítulo fue escrito, y empecé a interrogarme si la audiencia original lo hubiera entendido en la misma manera que nosotros, y cuál era el punto principal del autor. Al buscar respuestas a esas preguntas, he llegado a entender e interpretar el primer capítulo de Génesis en una manera muy diferente de la interpretación de mi juventud. A decir verdad, es una interpretación que tiene muy poco que decir sobre la edad de la tierra o el método de su creación. Más bien, creo que Génesis 1 se les presentaba a los israelitas como una cosmovisión alternativa, una que todavía tiene relevancia para nosotros hoy en día, y una que deja a un lado los argumentos sobre la edad de la creación para enfocarse más en unos conceptos que son mucho más importantes a nuestra vida.

Aunque he tenido muchas influencias en este viaje, tengo que notar la influencia de John C. Lennox1 y John H. Walton. En particular, muchos de las ideas destacadas abajo vienen del comentario de Walton sobre el libro de Génesis.2 Si quieres una explicación mucho más detallado de algunos de estos conceptos, te animo a leerlo.

Audiencia y autor

Para empezar, hacemos las preguntas sencillas de ¿quién escribió esta historia?, y ¿a quién se dirigió? La tradición (y los libros mismos) dice que Moisés escribió la mayoría de la Pentateuco (los primeros 5 libros del Antiguo Testamento) y que él lo terminó antes de entrar en la Tierra Prometida (que pasó al más tardar por el año 1200 AC). Otros dicen, basado en detalles dentro del texto y el lenguaje, que no fue escrito hasta muchos años luego, tal vez hasta el periodo de las persas, cuando regresaron los israelitas de su exilio. Personalmente, me parece difícil creer que fue escrito tan tarde. Puesto que no tenemos ninguna evidencia muy clara (o sea, que muestra definitivamente la fecha), me inclino a creer que es una historia que vino principalmente de Moises, aunque se puede debatir los detalles de cuándo y cómo fue escrito.3 Pero sean como sean los detalles, hay algunas notas que tenemos que tomar en cuenta cuando leemos Génesis:

  1. Fue escrito en el Antiguo Medio Oriente (AMO) en un contexto y cultura más amplio que tenía su propia manera de explicar la creación del mundo, como demuestra obras como Enûma Elish, un mito de creación de los babilonios. Aunque nadie ha mostrado que Génesis deriva de obras ancianas de Babilonia, Egipto o otros lugares, es razonable suponer que los israelitas sabían cómo explicaban el mundo esas otras culturas, en la misma manera que nosotros estamos conscientes de la cultura (o las culturas) a nuestro alrededor. Ellos eran parte de una cultura más grande, y es evidente que haya una variedad de conceptos comunes del AMO que  están presentes en el libro de Génesis, aunque con un giro significante que los diferencia de los de sus contemporáneos.
  2. Fue escrito con el contexto de los israelitas en mente – su salida reciente de Egipto, su esclavitud allá, y todos los dioses y creencias que habían conocido en ese contexto, además del contexto más amplio que acabo de mencionar.
  3. Obviamente, no había nadie presente durante la creación, excepto por los últimos versículos cuando fueron creados Adán y Eva.4 Eso significa que esta historia se conoce solamente por la revelación de Dios. No hay manera de saber si se la reveló a Adán y Eva, y ellos la pasaron a sus descendentes, o si se la reveló a Moisés, pero sabemos que es una revelación, no un testimonio de testigos oculares. Eso significa que Dios tenía la opción de revelar esta historia en una manera precisa (lo que terminamos científicamente o históricamente), o en una manera literaria (en forma de una historia o poema que captura los conceptos principales en una forma que entendía la gente dentro de su contexto y cultura). Aunque los dos son posibles, me inclino hacia la segunda por varias razones que explicaré durante la exposición.

Género

Como mencioné en el punto anterior, tenemos que decidir qué tipo de literatura Génesis 1 es para poder entenderlo bien. Como muchos, mi presuposición como niño era leerlo como una cuenta histórica – un hecho real y preciso. Sin embargo, no lleva mucho para darse cuenta que es más que una simple cuenta histórica. Los días 1-3 se reflexionan en días 4-6. O Dios creó en una manera muy poética (que sí, es posible), o la historia fue contada y arreglada a propósito en una manera muy fluida y poética. Además, vemos la repetición de diferentes frases (“era bueno”, “vino la noche y llegó la mañana”, etc.), y de repente se nos enfrenta una cuenta muy poética. Después de un intercambio breve con una científico creacionista, quien juró que este pasaje fue completamente histórico, llamé al profesor lingüístico de mi seminario para preguntarle. Con mucha firmeza y nada de hesitación, él declaró que Génesis 1 era un tipo de literatura que se llama “narrativa poética”, al igual (aunque más corto) que otros mitos5 de creación como el Enûma Elish que mencioné anteriormente. Eso tiene mucho sentido para mi y cabe muy bien con los elementos poéticos presentes.6 Eso significa que no es “pura historia”, igual que una descripción de la segunda guerra mundial, por ejemplo. Yo sé que no todos van a estar de acuerdo conmigo, pero hasta ahora no he encontrado un argumento que me convence que esta historia tiene que ser histórica, y no puede ser poética.

Propósito

Desafortunadamente, es imposible entrar en la mente de un autor para determinar exactamente cuál era su propósito. Lo mejor que podemos hacer es tratar de entender el flujo general de lo que estaba tratando de comunicar, junto con los propósitos literarios y culturales del tiempo en que estaba escribiendo. Aunque tal vez no vamos a agarrar perfectamente su propósito, estaremos mucho más cerca si empezamos ahí en vez de empezar de nuestra propia cultura, que es por lo menos 2500 años de distancia del contexto original.

Con esto en mente, estoy convencido por el argumento de Walton que el enfoque principal de Génesis 1 no es la estructura (las partes y material), sino la función (el propósito y papel) del cosmos. En particular, él muestra que el término que usaba el autor para decir “crear” tiene más el sentido de “organizar y arreglar” que “fabricar”. Al decir eso, ni Walton ni yo está tratando de decir que Dios no creó, en algún momento y manera, el universo ex nihilo (de nada), sino que eso no es el enfoque de Génesis 1. Parece, tanto en la cultura más amplia como en el contexto israelita, que la pregunta que todos hacían no era “¿Cómo creó Dios todo eso?” (que es lo que nosotros preguntamos), sino “¿Qué es su propósito, y cómo funciona?” Ellos querían entender cómo se organizaba el cosmos, no cómo llegó a existir. Como vamos a ver, esto impacta bastante a nuestro entendimiento del pasaje.

Génesis 1

Podría tomar mucho tiempo exponiendo todas las complejidades del pasaje, pero en vez de hacer eso, te apunto otra vez al comentario de Walton por una explicación más profunda. Aquí, solo quiero resaltar algunos de los factores importantes que me llamaron la atención.

  1. ¿Te has dado cuenta de la descripción del mundo que se ve en versículo 2? ¿Que en el principio había “una caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas”? La descripción aquí no se trata de falta de existencia, sino falta de orden. Eso cabe muy bien con el concepto anciano de la oscuridad y las tinieblas como evidencia de caos y falta de propósito. Eso explica el pasaje mucho mejor que nuestro concepto de falta de existencia y Dios llamándolo a existir desde nada (ese concepto se encuentra más en versículos como Hebreos 11:3).
  2. Hay una falta completa de la personificación de los cosas, que se encuentra en marcado contraste con las otras cosmovisiones ancianas. En otras palabras, el agua, la oscuridad y el caos no son dioses ni diosas (como Tiamat, la diosa de agua que se cortó en dos para crear el cielo y el mar en Enûma Elish). Eso así en toda la cuenta. Las luces mayores y menores (el sol y la luna) son nada más luces, no dioses. Ni siquiera les pone nombre! La cuenta entera cambia el enfoque desde un grupo de dioses que le dieron función a la tierra (y por eso necesitaban sacrificios para controlar sus zonas respectivas) a un Dios único que creó y controló todo.
  3. Relacionado a eso, el concepto de caos es completamente diferente de lo que se ve en otras cuentas ancianas. En vez de ser malvado, nada más es. Como dice Walton, “No hay nada siniestro o amenazador de este caos en Génesis; es simplemente la indicación de que Dios todavía no ha hecho su trabajo”.7 Vemos en estos dos puntos que el autor está tomando conceptos comunes y cambiándolos para explicar el cosmos en una manera diferente.
  4. El primer día de la creación es lo que más me llama la atención, y establece el tono por lo demás del capítulo. Ha habido muchas explicaciones científicas (o por lo menos intentos a explicaciones) tratando de explicar cómo Dios creó la luz el primer día, pero esperó hasta el cuarto día para crear las fuentes de la luz. Sin embargo, Walton sostiene que el enfoque de la cuenta no es la creación de olas y partículas (la estructura), sino el funcionamiento del mundo (el propósito). Cuando Dios separa la luz de la noche, el enfoque es la creación de un patrón de tiempo – día, noche, día, noche, etc. Este es el concepto fundamental por la medida de tiempo: el transcurso de días. Interesantemente, cuando leemos las definiciones en versículo 5 (“A la luz la llamó «día», y a las tinieblas, «noche»”) y las trasladamos a versículos 3 y 4, el pasaje suena muy diferente: “Y dijo Dios «Que exista el día!» Y el día llegó a existir. Dios consideró que el día era bueno y lo separó de la noche.” No sé si eso es legítimo lingüísticamente en la lengua original, pero creo que nos ayuda a obtener una buena comprensión del enfoque de Dios en este pasaje. Él establece el paso de tiempo como el base fundamental de nuestra vida aquí en la tierra.
    Otra nota que cabe bien aquí es cómo Dios dijo que todo era bueno. Otra vez, esto contradice la cosmovisión contemporánea, que aparentemente veía a la oscuridad como una de las fuentes de caos y algo a temer. A diferencia de esa opinión, Dios dice que el tiempo es bueno – tanto la noche como el día. Vemos algo similar en otros días, en particular día 2 (el mar se veía como algo caótico y siniestro) y días 5 y 6, donde ambos los animales salvajes y los monstruos marinos se nombren como algo bueno y no malvado.
  5. En el segundo día, Dios separa el agua en dos grupos – el agua abajo y el agua arriba. Yo recuerdo estudiando literatura de los creacionistas de tierra joven cuando estaba en la preparatoria. Basado en este versículo, ellos postulaban que en el principio, la tierra se rodeaba por una canopia de agua que causaba un efecto invernadero que resultaba en animales más grandes (dinosaurios), vidas más largas (como vemos en la Biblia y otras culturas antiguas), y, obviamente, más calor. No he visto ese argumento por un buen tiempo. De todos modos, en el mundo antiguo, no compartían nuestro entendimiento del cielo, el espacio, las estrellas, etc. Ellos creían que el cielo era un domo firme, y que todo el agua en sus varias formas (la lluvia, la nieve, el granizo) entró en el domo desde fuera y que las estrellas estaban dentro o encima del domo (pero ciertamente no muy lejos en el espacio, como lo entendemos nosotros). Su entendimiento era completamente lógico dado lo que observaban. El propósito del firmamento en los tiempos antiguos era regular el sistema meteorológico. Eso es lo que vemos cuando leemos día 2 con esto en mente. Dios creó el firmamento (un domo o bóveda) que se llamaba el cielo. Dejó un poco de agua por abajo y puso un poco arriba (la lluvia, la nieve, el granizo). Básicamente, Él estableció el sistema meteorológico.
  6. El día 3, vemos a Dios juntando el agua en un lugar para crear la tierra seca (que está de acuerdo con el entendimiento de esa época de una masa de la tierra rodeado por el mar). Luego causa que las plantas crezcan y reproduzcan según su especie. Otra vez, en lugar de enfocarse en las cosas específicas que Dios había creado (las plantas, el mar, la tierra seca), es útil pensar en el concepto de organización – creando un sistema agricultural que funciona. Por el final de día 3, en vez de un caos desorganizado, encontramos un mundo que está funcionando como debe: se ha establecido el tiempo, el sistema meteorológico, y el sistema agricultural. Todo es bueno y está listo por sus habitantes, a quien Walton refiere utilizando el término “funcionarios”, o las cosas y seres que gobiernan y llenan estos diferentes espacios.
  7. El día 4, el autor regresa a la esfera preparada el primer día, y vemos la llegada y propósito de las luces: para separar el día de la noche, para servir como señales de las estaciones (mejor, los tiempos sagrados), de los días, y de las noches, y para brillar en el firmamento para iluminar la tierra. Es una explicación de su función, no su fabricación.
  8. El día 5 también refleja día 2, esta vez llenando el firmamento y las aguas con sus funcionarios respectivos. Esas criaturas no son enemigos (un punto que no vemos bien un nuestras traducciones – la palabra que se usa refiere a las animales grandes del mar – no ballenas, sino monstruos de caos), sino que tienen una función y fueron puestos ahí por Dios mismo.
  9. Por fin, el día 6 refleja día 3, presentando a los animales (los domesticados, las manadas silvestres y los depredadores) como los funcionarios (habitantes) de esta esfera.
  10. Lo más notable del día 6, claro, son los humanos, que fueron creados en la imagen de Dios y dados el rol de gobernar el mundo que Dios creó. El enfoque es la imagen de la humanidad: que ellos de alguna manera tienen la esencia de Dios y su carácter, y también tienen el rol de actuar como los representativos de Dios para gobernar y dominar la tierra. Como los otros conceptos, este papel y concepto de la humanidad difiere notablemente de las cosmovisiones contemporáneas, que decían que los humanos nacieron de algún tipo de conflicto o relación sexual entre los dioses, que los humanos a menudo eran una frustración a los dioses (hacían demasiado ruido) y que servían el rol de proveer comida para los dioses a través de sus miles de sacrificios. Para citar otra vez a Walton, “Mientras que la literature de Mesopotamia se preocupa por la jurisdicción de los varios dioses en los cosmos con los humanos en la parte inferior de la pila, la cuenta de Génesis se interesa en la jurisdicción de la humanidad gobernando lo de más de la creación como un resultado de la imagen de Dios en la cual se crearon los humanos.”8

Entonces, ¿dónde nos quedamos? (No voy a tratar con el día 7, puesto que la mayoría del desacuerdo de la interpretación de este pasaje se enfoca en el asunto de la creación, no del descanso al final.) Creo que hay algunas cosas que Génesis 1 no es, y algunas cosas que nos enseña que a veces se nos olvidan.

Primero, no es un texto de la historia como a menudo lo interpretamos. Segundo, no se preocupa principalmente con la creación de la estructura (cosas), sino con la función – cómo funciona el universo. Como tal, casi no tiene nada que decir sobre asuntos científicos o el método de creación o la cronología de la creación. No se enfoca en relatar la edad de la tierra y los pasos físicos de la creación. En este sentido, estamos libres a seguir dondequiera que la ciencia nos guíe, sin preocupación por los resultados. Eso es todavía un debate que no tiene resolución, pero podemos debatir sin preocupación.

Lo que esta cuenta nos enseña es una variedad de verdades que tienen relevancia por nuestra vida. Primero, el mundo fue creado (y hecho funcionar) por Dios. Cuando Génesis fue escrito, contradijo la cosmovisión que decía que muchos dioses hicieron el mundo y fueron responsables por su mantenimiento. Actualmente, esta creencia contradice el punto de vista naturalista que dice que todo pasó sin la necesidad de Dios. Podemos tener muchos debates sobre los detalles de cómo Dios creó el mundo (estructuralmente), pero esos desacuerdos y debates no deberían arruinar nuestra convicción compartida de que Dios lo hizo.

Segundo, nos proclama que el mundo es bueno y funciona como debería funcionar. Eso fue un mensaje muy importante en aquel época, cuando había tantas fuerzas caóticas (animales salvajes, la oscuridad, el mar, etc.) que provocaban miedo en vez de celebración. Hoy en día, la mayoría de estas cosas no nos causan tanto temor como antes. En su lugar, somos más probables a ver a la tierra, o como un recurso para utilizar y abusar o como una entidad para alabar. La historia de creación nos traza un curso mediante. La tierra es buena, y deberíamos entenderla y valorarla, pero no es digno de alabanza. Podemos dominar y gobernar el mundo, pero no abusarlo. Es bueno, y deberíamos tratarlo con el respeto y el cuidado que merece. Además, este concepto (de la creación siendo como debería ser) nos enseña que aún el tiempo fue una creación de Dios, y que el paso de tiempo es algo natural y bueno. Luchamos con este concepto. Nos esforzamos para detener las manos del tiempo (o por lo menos el proceso de envejecer), pero el tiempo es también una creación de Dios por este mundo.

Por fin, el valor de la humanidad en la imagen de Dios se sostiene, con todas sus ramificaciones. Tenemos valor, y somos diferentes que los animales, que no fueron creados en la imagen de Dios. Tenemos un propósito en este mundo, y es un propósito con significado y aún dignidad y nobleza. Es el propósito de administrar este mundo que Dios nos creó. Esto tiene implicaciones grandes por cómo nos vemos a nosotros mismos, por nuestro trabajo, y por nuestro lugar en este mundo.

Génesis 1 es un pasaje de escritura muy bonito. Me encanta. Cree un base importante por lo demás de las escrituras – quien es Dios, quienes somos nosotros, y cuan impresionante es este mundo. Y creo que cometemos una injusticia, tanto a este pasaje como a nuestro entendimiento de nuestro papel en ese mundo, cuando nos enfocamos casi exclusivamente en un debate de ideas científicas que la mayoría de nosotros ni siquiera entendemos bien, y que nos distraen del mensaje central del capítulo. Aunque no insisto que todos tienen que convertirse a esta interpretación del pasaje, creo mucho que tenemos que dejar a un lado la discusión sobre cómo creó Dios el mundo y trabajar junto para proclamar la presencia de Dios, el valor y propósito de la humanidad, y las maravillas de este mundo que Dios nos ha dado.

1 Sobre todo su libro Seven Days that Divide the World: The Beginning According to Genesis and Science. Zondervan, 2011.

2 NIV Application Commentary: Genesis. Zondervan, 2001. Este comentario me ha impresionado mucho. Es uno de los pocos comentarios que he leído como un libro.

3 Es posible que las historias que se encuentran en los primeros cinco libros fueron pasados oralmente o en forma escrita desde Moisés, o aún antes de Moisés, y luego fueron juntadas y sintetizadas en una sola cuenta. Aún es posible que hubiera varios momentos de colación. Eso no tiene que negar la primacía de Moises como el autor. Como cristianos que creen que la palabra de Dios fue inspirada, es posible extender el concepto de inspiración tanto a los editores como al autor. Pablo dijo que las escrituras fueron inspiradas, no que una persona o método en particular fue inspirado. Fue una obra humano-divino, y creo que muchas veces restringimos ese colaboración sin necesidad a una creencia particular de cómo pasó.

4 Por el propósito de este post, no voy a entrar en el debate de si Adán y Eva eran personas históricas, o son figuras literarias construidas para comunicar una verdad sobre la humanidad.

5 No estoy diciendo que Génesis 1 es un mito en el sentido de “falso”. En el contexto anciano, los mitos eran más o menos una explicación “científica” de algo. En este sentido – una explicación de cómo Dios creó el mundo – Génesis 1 es igual a los otros mitos de ese tiempo.

6 Algunos dicen que Génesis 1 no cabe dentro de la poesía tradicional de los israelitas, pero no creo que debamos clasificarlo como histórico solamente debido a esa diferencia. Es muy probable que se escribiera Génesis siglos antes de los Salmos y proverbios, y uno no puede negar la presencia de elementos poéticas dentro de ello, entonces, creo que identificarlo como una narrativa poética es justo.

7 Walton. Genesis. p. 74 (traducción mía).

8 Walton. Genesis. p. 134 (traducción mía).

7 maneras de interpretar la Biblia

7 maneras de interpretar la Biblia

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La Biblia es el libro más vendido en el mundo. Pero probablamente es el libro más discutido del mundo también. No lleva much tiempo entrar en un desacuerdo sobre un pasaje específico y cómo interpretarlo. Eso no significa que el argumento básico de la Biblia es difícil de entender – no lo es. Simplemente significa que la gente trae muchas presuposiciones a la Biblia, presuposiciones que influyen en cómo entender diferentes pasajes o aún toda la Biblia.

¿Por qué es importante esta idea? Pues, las presuposiciones y el planteamiento que traemos a la Biblia afectan drásticamente lo que entendemos de ella. Es como leerla con diferentes lentes que nos muestran diferentes cosas. Planteamientos diferentes nos revelan diferentes cosas. Tienen ventajas y desventajas diferentes y tenemos que ser honestos sobre ellas. También es útil entender (sobre todo entre los cristianos) el planteamiento de otros, porque a menudo discutimos y nos acusamos mutuamente de no tomar en serio la Biblia, que es lamentable y causa mucha división que no es necesario. De alguna manera, estoy escribiendo este post para poder compartir cómo abordo las escrituras y para pedir honestidad y comprensión de los que tal vez no comparten ese planteamiento. Espero que con este post, puedes ver un poco del valor en algunos de los otros planteamientos hacia las escrituras, aun si no estás de acuerdo con cada aspecto. Como cristiano, es cierto que algunos planteamientos definitivamente no tienen mucho valor. Pero algunos (más que uno) sí lo tienen.

Lo que sigue son 7 maneras de leer la Biblia. No es una lista exhaustiva. Probablamente hay variaciones de cada uno de estos grupos y tal vez categorías en que no he pensado. Sin embargo, es un buen lugar para empezar. ¿Cuál planteamiento utilizes tú?

  1. Por Los rumores – bueno, esto no es una manera de leer la Biblia, exactamente, pero es el planteamiento que muchos utilizan. La gente de esta categoría normalmente citan a alguien y lo que que esa persona ha dicho sobre la Biblia sin haberla leído por sí mismo. Obviamente, la gente de este grupo no toman la Biblia muy en serio, y puede ser muy frustrante tratar con alguien que claramente no sepa de que está hablando. Sería igual por nosotros si tratáramos de hablar sobre un tema de que no sepamos nada, ¿verdad?
  2. Como Mito – por lo general, la gente en esta categoría tratan la Biblia como un documento antiguo que quizás sí, quizás no tiene un poco de verdad, pero es principalmente en el mismo nivel como cualquier otra enseñanza religiosa antigua, como los dioses de Roma o Grecia. Las historias se consideran míticas, sobre todo si hay algo sobrenatural. Tal vez “toman en serio” la Biblia como un documento antiguo, pero definitivamente no como la palabra de Dios.
  3. De manera informal – hay muchos en este grupo, aunque por diferentes razones. Algunos creen que la Biblia tiene algunas enseñanzas buenas, pero que no tiene más autoridad que cualquier otra enseñanza moral. Otros creen que la Biblia es la palabra de Dios (la toman en serio), pero nunca interactúan con ella. Las razones son diversas (son demasiados ocupados, no les gusta leer, no tienen disciplina, les parece aburrida, etc.), pero a menudo estas razones solamente parecen ser puros pretextos. Sería justo cuestionar cuan “en serio” este grupo toma la Biblia, pero no quiero ser excesivamente duro a los muchos que toman en serio la Biblia, pero no la leen mucho.
  4. Histórico-crítico – algunos de esta categoría toman en serio la Biblia. Tal vez aún la consideran como la palabra de Dios. Pero tienen una tendencia a ser muy crítico y/o escéptico de ella y a menudo se ponen a sí mismos encima del texto, tratando de juzgar qué es verdadero y qué no. Tengo en mente personas como los críticos textuales alemanes quien dividen la Biblia entre muchos diferentes fuentes o las del el “Jesus Seminar”. El primer grupo a menudo toma en serio la Biblia (y puede tener unas percepciones muy importantes y útiles), pero su tendencia a partir la Biblia – y sus desacuerdos extensivos en cómo partirla – tienden a debilitar la fe en las escrituras. Un grupo como el “Jesus Seminar”, que divide las enseñanzas de Jesús en varias categorías desde “cierta” a “completamente fabricada” (y al fin solamente “validan” unas frases como verdaderamente de Jesús) me parece completamente arrogante y, para ser honesto, completamente sin idea de lo que habla. Aunque estoy muy en favor de estudiar la historia de la Biblia, este grupo se pone tan encima de las escrituras que dicen que ellos pueden saber mucho mejor que los testigos contemporáneos de Jesús lo que él verdaderamente decía. Ellos (los del “Jesus Seminar”) se han puesto en la posición de decidir la verdad mejor que la Biblia.
  5. Literalmente (o tradicionalmente) – técnicamente (por lo menos en inglés), esto debería significar que estas personas leen la Biblia de acuerdo con el tipo de literatura que es – la poesía como poesía, la parábolas como parábolas, la historia como historia, etc. Y la mayoría en esta categoría hacen eso. Sin embargo, este término se ha extendido a significar que no hay otra manera de leer la sino por la interpretación “tradicional” y la que más fácil a nuestro entendimiento. En otras palabras, cualquier cosa que la Biblia diga “claramente” (sin mucho estudio o interpretación) es lo que ellos creen, aunque muchas de las enseñanzas “claras” (particularmente sobre doctrinas no centrales) han sido interpretados a través de una cultura específica. Las enseñanzas tradicionales que ellos afirman no son tan tradicionales como ellos piensan, o los a que estas enseñanzas fueron escritas originalmente no las hubieran entendido en la manera que este grupo las entienden. No quiero menospreciar los de este grupo porque a) fui parte de este grupo por la mayoría de mi vida, y b) ellos toman la Biblia muy en serio. De hecho, he conocido muchísimos en este grupo que son muy devotos y maravillosos – te animo a tomar la Biblia tan en serio como los de este grupo! Sin embargo, también he visto mucho enojo y dogmatismo en este grupo y a menudo un rechazo completo de cualquier interpretación de la Biblia que no está de acuerdo con sus doctrinas e interpretación. Ni siquiera conceden la posibilidad de otra interpretación. Por algunos, la Biblia se ha convertido en su dios en vez de ser su herramienta para conocer a Dios. También, he visto muchos desacuerdos dentro de este grupo entre personas que no están de acuerdo sobre varios puntos teológicos (escoge uno: le segunda venida de Cristo, libre albedrío contra predestinación, el rol de mujeres, etc). Cada uno apunta a sus versículos favoritos que “claramente” validan su opinión, ¡aunque otros apuntan a versículos que “claramente” muestran que están equivocados! Entonces, mientras que hay mucho bueno en este grupo, también hay mucha potencial – que desafortunadamente se convierte a menudo en realidad – por terquedad y una insistencia en estar correcto en vez de vivir en amor.
  6. Histórico-cultural – los de este grupo ven la Biblia como un documento escrito por humanos bajo la dirección (inspiración) de Dios. Para ser justo, muchos (la mayoría) en estas últimas cuatro categorías estarían de acuerdo con eso. La diferencia es que los en este grupo ponen un valor alto en entender la influencia de la cultura, la historia, y nuestra humanidad en el texto, además de tratar de entender como nuestra propia cultura y contexto influyen como leemos y entendemos el texto. Este grupo tiende a tener muchas preguntas: ¿Cómo influye nuestro entendimiento de la cultura antigua del cercano oriente nuestro entendimiento de la cuenta de la creación? ¿Cómo afectó la realidad cultural y la crianza de Pablo sus comentarios y acciones en cuanto al rol de mujeres? ¿Cómo entendemos la conquista de la tierra prometida y algunos de los órdenes de Dios a matar a todos? Ellos también tienden de ser mucho menos firme con relación a doctrinas secundarias porque ven incertidumbre en el texto. Lo bueno de este planteamiento es que investiga muy profundamente el contexto para tratar de entender el mensaje que Dios quería comunicar en la cultura original y cómo podemos expresar este mensaje apropiadamente en nuestra cultura y contexto. El desafío es que puede ser muy fácil de pasar a grupo 4 y ponerse encima del texto en vez de bajo su autoridad, o de volverse tan escéptico sobre qué es cierto en la Biblia que terminan en creer que la Biblia no es verdaderamente la palabra de Dios. Otro desafío es la posibilidad de hacerse arrogante debido al monto de aprendizaje requerido sobre diferentes temas, y también de hacerse tan dogmático sobre doctrinas secundarias como los de la categoría 5. Pero seamos honestos – la arrogancia y el dogmatismo son características comunes por cualquier persona en categorías 4, 5 y 6. No tarda mucho para hacernos pensar que nosotros tenemos razón y los demás están equivocados.
  7. Como narrativo – la idea en esta categoría es que debemos entender la Biblia como una historia (no como ficción, sino como un narrativo) que revela cómo Dios estuvo obrando en un tiempo y lugar particular. El enfoque de las escrituras no es tanto en desarrollar teología y doctrina, sino en mostrar una relación con Dios y cómo la gente escuchaba y se relacionaba con Dios, y desde ese punto, aprender cómo podemos escuchar y relacionarnos a Dios en nuestro tiempo. El concepto se usa muy ampliamente y en una variedad de maneras diferentes. El enfoque en la relación con Dios puede ser muy beneficioso y puede traer vida a nuestra relación con Dios y ayudarnos a entender cómo Él se relaciona con nosotros en nuestra situación actual. Por el otro lado, algunos han utilizado este método para alejarse de creencias claves y tradicionales de la iglesia, y también del intento original del autor. Ellos pueden empezar desde una perspective egocéntrico, pasando por alto la teología y historia de la iglesia, utilizando la humanidad y nuestra sociedad y sentimientos como el punto de partido para hacer que las historias (y Dios) se acomoden a nuestras creencias. La mayoría de los defensores de esta posición probablamente dirían que toman en serio la Biblia, sin embargo, dependiendo en su enfoque y presuposiciones los resultados y interpretaciones pueden variar muchísimo. Creo que aumentar nuestro entendimiento con esta idea de la Biblia como narrativo puede ser muy útil, pero no creo que podamos ignorar 2000 años de teología para hacerlo.

Entonces, esos son las 7 categorías que yo veo. Con eso en mente, quiero dirigirnos a dos conceptos claves.

Primero, excepto por categorías 1 y 2, hay gente en cada categoría que toman en serio la Biblia. Sin embargo, su manera de abordar las escrituras varía por diferentes razones. Nos animo no asumir que alguien no tome en serio la Biblia solamente porque no abordan las escrituras en la misma manera como nosotros o porque no tienen las mismas interpretaciones como nosotros.

Segundo, como uno que se cansa de todas las discusiones cáusticas, les pido a todos que aprenden a mostrar mucha gracia a personas que interpretan la Biblia desde otra perspectiva. Esto es especialmente necesario por los que se encuentran en las últimas cuatro categorías, donde ocurra la mayoría de las disputas intensas en la iglesia. Ahorita, me encuentro en la sexta categoría, y es muy frustrante cuando alguien me acusa (directamente o implícitamente) de no tomar en serio la Biblia porque tenemos interpretaciones diferentes de un versículo o doctrina. Yo tomo la Biblia muy en serio y yo sé que tú también lo haces (suponiendo que eres un cristiano). Pero mi estudio de la Biblia a veces me lleva a una conclusión diferente que la tuya. Está bien que no estamos de acuerdo, siempre que mantengamos la ortodoxia (si empezamos a ignorar a Cristo o rechazamos credos y creencias primarias como el credo de los apóstoles o que Jesús resucitó, eso es otro asunto).

Mi post siguiente tratará con el relato de la creación, mi interpretación de ella, y por qué esa es algo que me ha ayudado a seguir en mi fe en vez de perderla. Pero sentí que era muy importante animarnos a ser honestos sobre cómo interpretamos la Biblia, y esforzarnos por tener gracia y entendimiento cuando otros interpretan algunas partes de la Biblia en una manera diferente.

Creer o no creer: el desafio de la evolución

Creer o no creer: el desafio de la evolución

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Por los primeros posts en este serie, La lucha por fe, puedes hacer clic aquí, aquí y aquí.

Una de las cosas que más me ha interesado – y desafiado mi fe como cristiano – es el tema del origen del mundo y la creación o evolución de la humanidad. Cuando estaba en grado 12, estaba al punto de dejar la fe. Si Dios no fuera necesario para nuestra existencia, porque seguiría creyendo en Él? Empecé a estudiar el tema lo más profundo posible, y me di cuenta que todavía había muchas cosas que la evolución no me explicaba bien. Desde aquel tiempo, he seguido estudiando el tema, tratando de entender cómo empezó nuestra existencia. A diferente veces los argumentos por un lado o el otro me han llamado la atención. Hay muchos puntos interesantes en cada lado, y también muchos débiles. Me di cuenta que tratando de seguir la discusión y tomar una decisión sobre la verdad me causó mucha confusión. De hecho, por unos años no quise estudiar más sobre el tema, porque la falta de certitud, los argumentos ilógicos y mal razonados, y el desprecio y el desdén mostrado por gente de los dos lados me molestaba. A demás, desesperaba una respuesta concreta, y eso me frustraba mucho.

En los últimos 3-4 años, he regresado al tema, otra vez tratando de encontrar soluciones a esa pregunta. Todavía no tengo respuestas concretas, pero por lo menos he llegado a tener paz con la situación. He llegado a algunas conclusiones – no sobre cómo exactamente el mundo llegó a existir, pero sobre la naturaleza del debate, mi habilidad de entender la ciencia, y algunas dificultades que todavía no tienen respuestas científicas que todavía no me satisfacen. Daré mi conclusión sobre la naturaleza el debate de creación/evolución por el final de este post. En cuanto a mi conclusión de mi habilidad de participar en el asunto, expliqué mi posición en el post previo. Creo que es muy importante leer ese post para entender mi posición y mis límites para hable sobre este tema, y también para ser honesto con tus habilidades. Entonces, este post tiene para su propósito desarrollar algunas cosas que no me tienen sentido con respecto a la teoría de evolución.

No voy a fingir que tengo la respuesta final. Ni siquiera voy a dar una conclusión muy firme. Como dije en mi último post, aún los científicos no están de acuerdo en cuanto a estos temas, a pesar de la declaración repetida muchas veces que “la ciencia es clara” en favor de evolución. No la es. No estoy hablando como un experto, sino como una persona normal que tiene preguntas y está buscando respuestas. Voy a presentar las cosas que me hacen pensar, o que no me tienen sentido. He estudiado estos temas lo más profundo posible por alguien que no puede entrar en los argumentos muy técnicos. Mis preguntas y dudas tienen que ver con la teoría de evolución, pero eso no es la historia completa. Por favor, lee el final de este post antes de tomar cualquier conclusión – sobre todo si eres una evolucionista.

Una nota: para mi investigación de estos temas, he utilizado muchas diferentes fuentes que no son cristianas para tratar de entender y presentar con justicia la perspectiva humanista/naturalista que se presenta como “el  consenso científico”. Para una perspectiva cristiana, primariamente he utilizado los sitios del Institute of Creation Research (icr.org), The Discovery Institute (su sitio de noticias y investigación es evolutionnews.org), y Biologos (biologos.org). El primero es una perspectiva de creacionistas de tierra joven, el segundo de la teoría de diseño inteligente, y el último tiene la perspectiva de evolución teísta. Desafortunadamente por los que hablan solamente español, todos los enlaces y artículos a que voy a hacer referencia son en inglés. No he tenido tiempo ni energía para investigar y encontrar buenos sitios en español. Lo siento mucho!!

Entonces, sin más preámbulos, aquí son los problemas que más me llaman la atención cuando estudio la evolución y los orígenes del mundo:

  1. La incertidumbre en cuanto a las etapas de evolución. Es muy difícil escuchar vez tras vez la idea que la evolución es firme y cierto cuando los artículos científicos están llenos de ambigüedad. Cuando uno lee un artículo declarando las etapas de evolución de un especie de animales o cualquier otra cosa, el artículo está lleno de “tal vez”, “quizás”, “a lo mejor”, “no estamos seguros”, “posiblemente”, etc. Entiendo que hay mucho que aprender todavía, pero no me da mucha confianza cuando todos los artículos son así. Aún en los casos donde dicen que hay certitud, una análisis más cerca revela el mismo problema. No quiero perfección, pero quiero más certitud y evidencia antes de aceptar algo por completo.
  2. El concepto de infinitud. Muchas veces, los que no creen en Dios dicen que Dios no puede existir porque “¿Quién creó a Dios?” Pero nunca he entendido esta oposición, porque evolución (sin Dios) tiene el mismo problema. O el universo siempre existía y es eterno (entonces, ¿Quién creó el universo?), o había nada hasta hace 14 billones de años y de repente, había algo (¿De dónde vino todo?, y ¿Cómo puede “nada” ser infinito y de repente “crear” el tiempo?), o siempre existía alguna otra fuerza (p.e. gravitación, como sugiere Stephen Hawkins), una idea que me hace preguntar “¿Quién (o cómo) hizo la gravitación?” De todos modos, tenemos que tratar con el concepto de infinitud –  ¿qué existía antes de todo? Creo que el concepto de Dios tiene por lo menos tanto sentido como cualquier otra respuesta – tal vez más, porque con Dios uno tiene inteligencia y poder capaz de crear todo, algo que las otras ideas no me parecen tener. Sé que es muy difícil creer en Dios cuando no se puede investigarlo o experimentarlo en la misma manera como cualquier otra cosa física. Sin embargo, no creo que eso sea razón suficiente para excluirlo de lo posible.
  3. La creación de la vida. Por lo menos, todos están de acuerdo en este punto – no tenemos ni la más mínima idea cómo inició la vida en la tierra. Hay muchos sitios que dan explicaciones o teorías como si fuera cierto, como éste, de Berkeley, pero la realidad es que no sabemos cómo la habilidad de replicarse empezó. Algunos sitios, como éste o éste de Live Science, dicen que sabemos exactamente cuándo empezó la vida, pero no cómo. Biologos está de acuerdo, y destacan su opinión aquí. Son optimístas que las investigaciones van a traer nueva evidencia y explicaciones sobre el inicio de la vida. A diferenciad de ellos, evolutionnews y ICR (aquí, aquí y aquí) no creen que sea (o fuera) posible traer vida desde elementos no vivos.
    En mi opinión, hasta ahora las razones y complicaciones en contra la creación espontánea de vida parecen más válidas. La evolución de la vida, que parece tan cierto al leer una explicación básica de una revista evolucionista, parece mucho menos seguro al leer un artículo que destaque cuan difícil y aparentemente imposible es para combinar los elementos y empezar un proceso de reproducción. A mi parecer, a una falta total de evidencia que esto puede pasar. Solamente existen una variedad de teorías sobre que pudiera haber pasado.
    Por el otro lado, Biologos tiene un muy buen artículo que nos recuerda que una falta de respuestas no necesariamente indica la presencia de Dios (las respuestas a menudo llegan con más investigación), pero ahorita, esta es una barrera importante que todavía la teoría de la evolución no ha podido cruzar.
  4. La tendencia de las mutaciones hacia destrucción y neutralidad. Evolución humanista dice que cada organismo ha surgido por cambios graduales a través de millones de años. El mecanismo más citado para estos cambios es la mutación. Una mutación (dice la teoría) trae algunos beneficios al organismo, que lo ayuda sobrevivir y duplicarse mejor que sus competidores. Con la compilación de muchas mutaciones, nuevos organismos surgen hasta que tenemos la variedad y diversidad de vida que vemos ahorita. Todo suena bien y fácil.
    Pero la realidad (y otra vez, todos están de acuerdo con esto) es que la gran mayoría – casi todos – de las mutaciones son negativas o, a lot mejor, neutrales. Y los pocos ejemplos de cambios beneficiales, como los “superbugs”, nunca traen un cambio en especies. Muchos contradicen que son cambios evolucionarios, diciendo que nada más son adaptaciones de un especie que lo hace capaz de sobrevivir en una situación diferente.
    Un ejemplo más o menos reciente de Harvard Medical School (Escuela Médica de Harvard) es el de un cambio significante de bacteria en una investigación – una mutación que es un paso (dicen los investigadores) hacia el inicio de un nuevo especie. (Un bacteria empezó a usar un elemento en la presencia de oxigeno, cuando no podía inicialmente.) Pero otros dicen que esta investigación no muestra evolución, y definitivamente no muestra la creación de una nueva especie, o aun pasos en esa dirección. De hecho, el segundo artículo habla de otro científico quien hizo que la bacteria cambiara mucho más rápido – pero siguió siendo la misma bacteria.
    Otra discusión de mutaciones, al nivel de los genes, habla de la creencia que hay muchos “pseudogenes” (genes falsos e inactivos que siguen en nuestro ADN después de mutaciones que los hace innecesario). Esta idea está siendo desafiado por nuevas investigaciones (y éste) que muestran que por lo menos algunos de los “pseudogenes” tienen papeles activos e importantes, y que tal vez no son indicadores de mutaciones. Este caso me parece muy similar al argumento sobre órganos vestigiales (órganos que ya no tienen uso, y son restos de nuestra evolución). Desde que fueron introducidos como un argumento en favor de evolución, hemos descubierto que casi todos los “órganos inútiles” tienen propósito. De hecho Francis Collins, quien dirigió el “Human Genome Project” (Proyecto de la Genoma Humana) que descubrió la secuencia de la genoma humana, declaró que el ADN extra era evidencia de la evolución. Pero en 2015, Collins se retractó su idea, diciendo que la mayoría de las cosas que pensaban que eran “extra”, no lo es.
    A pesar de las creencias y proclamaciones de las evolucionistas, y los reportes constantes de la evolución de nuevas bacterias (“superbugs”), mutaciones positivas no son muy comunes, y hasta ahora, que yo sepa, los científicos no han podido inducir variaciones que creen una nueva especie, sino solamente variaciones del mismo organismo. Y si millones de mutaciones beneficiosas son necesarias para la llegada de una nueva especie, es difícil de creer que es posible. Yo sé que esa última oración es una expresión de creencia, y no de prueba (un “argumento de la incredulidad”), pero personalmente no veo suficiente evidencia para estar convencido que mutaciones pueden crear nuevas criaturas.
  5. La creación de información biológica. Los últimos dos problemas tienen como su base el problema de la creación de información. A pesar de toda la discusión sobre mutaciones, estas mutaciones no resultan en la creación de nueva información. Vemos que la teoría de evolución dice que la complejidad de los organismos ha crecido poco a poco, hasta hoy en día cuando tenemos organismos muy complejos. Pero parece que las mutaciones solamente resultan en organismos más débiles o en diferentes formas del mismo organismo, nunca un organismo diferente y más complejo.
    Para dar un ejemplo: una teoría propone que los organismos multicelulares empezaron cuando un organismo unicelular entró en otro organismo unicelular y los dos empezaron una relación simbiótica, que le dio al organismo una ventaja competitiva. Eso suena muy bien. El problema es que para este organismo copiarse como un organismo completo (con los dos organismos juntos), tiene que haber una mezcla entre la información de los dos (su ADN) para hacer una copia, algo que no parece muy fácil hacer. Y por si eso fuera poco, también tiene que haber la creación de nueva información para guiar el nuevo organismo y nuevo ADN en como trabajar junto y replicarse junto, porque el ADN no solamente contiene la información de cada parte, sino también la información por como las partes trabajan juntos – información que nunca existía cuando eran organismos separados. El ADN necesita identificar y definir cuál parte o organismo se copia primero, etc.
    Tal vez no sea el mejor ejemplo – recuerda, no soy científico, nada más soy un hombre tratando de explicar los aspectos de ciencia que a mi parecer no tienen sentido o explicaciones buenas. Y la creación de nueva información al nivel genético no es algo fácil, y no parece haber un mecanismo que la ayuda. Muchas veces, cuando un artículo está hablando de los organismos y la ventaja que un cambio les dio (como juntarse con otro organismo), hablan como si los organismos tuvieran inteligencia. Pero no la tienen. Un organismo unicelular nada más hace copias de si mismo y hace su función (si tiene una función más que replicarse). Si existe en un lugar bueno, puede hacer muchas copias. Si entra en un lugar menos hospitable, se muere o no puede hacer muchas copias. No tiene la habilidad de pensar “Ah, aquí hay un buen lugar. Voy a quedarme aquí un rato. Y si me junto con este otro organismo o célula, podemos sobrevivir más tiempo y crecer más fuerte. Y aún mejor, si mezclamos nuestros genes, podemos hacer algo increíble!” Son procesos “automáticos”. Entonces si van a mezclar para formar un nuevo organismo, tienen que hacerlo automáticamente (algo hace que esta unión pase o es un proceso inevitable), sin guía, sin inteligencia, sin ayuda.
    Si quieres estudiar el concepto de la surgida de los organismos multicelular más profundamente, puedes ir aquí por una explicación evolucionista. Stephen Meyer y sus compañeros en el Discovery Institute son los que explican el problema de información biológica mejor, y se puede encontrar más información aquí o aquí (el primer tiene un enlace a un libro por Stephen Meyer que trata con este tema más ampliamente). También, ambos ICR (aquí) y evolutionnews (aquí) mencionan un artículo de unos científicos (que no son cristianos) que dicen que reacciones químicas no parecen ser suficiente para la evolución de vida, y hablan de la posibilidad de información y redes como la clave para la formación de vida en vez de la química, pero sin dar una explicación sobre cómo eso funcionaría. El artículo original está disponible aquí si quieres comprarlo.

Entonces, esos son los puntos que más me llaman la atención en la cuestión del origen de la humanidad. Es un tema muy amplio, y hay muchas cosas que no he mencionado. Como siempre con este tópico, tengo más preguntas que respuestas. Si tuviera que escoger una posición, probablamente diría que estoy más de acuerdo con los que abogan por diseño inteligente, pero esta posición ha cambiado varias veces en mi vida, y tal vez va a cambiar en el futuro. Como dijo Denis Venema en el artículo que mencioné antes, la falta de respuestas no significa necesariamente que no hay respuestas, solo que ahorita no las tenemos. Ahorita hay algunas barreras muy significantes que la ciencia tiene que vencer para mostrarme que la evolución sin Dios es posible.

Pero, (y este pero es muy importante) eso no significa que estoy completamente en contra de la idea de evolución sin la ayuda de Dios o a través de procesos completamente naturales (aunque me parece difícil de creer dado los problemas arriba). Es posible que vayamos a encontrar respuestas a todos estos puntos que he mencionado. Tal vez vayamos a llenar los huecos de nuestro entendimiento con conocimiento, y eso estaría bien. Aunque a este momento en nuestro entendimiento creo que Dios era necesario para crear nuevas especias y guiar el proceso de la creación de la vida, si descubriéramos que todo era posible sin la intervención directa de Dios, seguiría con mi fe.

¿Por qué? Porque todavía tendría que haber algo o alguien que inició nuestro universo. Porque aunque la ciencia tal vez pueda explicar el “cómo”, no explica bien el “por qué” de la vida humana. Porque todavía hay varias lineas de razonamiento que apuntan hacia un Dios. Y más que todo porque el centro de nuestra fe no es “cómo Dios creó el mundo”, sino la persona, muerte y resurrección de Jesús.

Pero aparte de eso, la conclusión a que he llegado con relación al debate entre evolución y creación es que estamos gastando mucho tiempo discutiendo sobre un punto secundario. No creo que el punto de la Biblia y el primer capítulo de Génesis fuera explicar científicamente la creación del mundo. No soy un científico, pero sí soy un teólogo. Estudio la Biblia mucho, y creo que este debate no captura el significado de lo que está diciendo la Biblia. Voy a hacer un post pronto sobre esto punto (bueno, lo más pronto posible con 4 hijos, un ministerio y clases de seminario), pero primero tengo que tratar con la idea de qué significa “tomar en serio” la Biblia – una discusión muy importante (por lo menos, dentro de la iglesia) para poder hablar sobre el significado de muchos pasajes en la Biblia –  Génesis 1 en particular.

Si tienes algún comentario o pregunta, por favor, apúntalo por abajo! Que Dios te bendiga.

Evolución y creación: fundaciones necesarias para el debate

Evolución y creación: fundaciones necesarias para el debate

English version

En mis primeros posts, he hablado sobre mi lucha con fe y como he llegado al punto de afirmar fuertemente mi fe en el cristianismo y algunas de las razones por esa decisión. También he explicado qué es la fe – ¡algo importante hacer si digo que tengo fe! En los próximos posts, quiero examinar las razones por fe que di en mi primer post, y explicarlas en más detalle.

El primer tema que quiero aumentar es la relación entre la ciencia y la fe. Más específicamente, voy a hablar sobre los orígenes de la  humanidad – la evolución y la creación. Creo que todos estamos de acuerdo que la ciencia es algo bueno y hay poco conflicto sobre la realidad y el lugar de las ciencias en nuestra vida cotidiana (tecnología, medicina, etc.). Estamos de acuerdo que hay un método científico que produce resultados y que es muy válido. Pero el asunto de los orígenes de la humanidad es un poco diferente, ya que se trata de un acontecimiento que solamente pasó una vez y que no se puede repetir. La evidencia sobre los detalles de ese evento es circunstancial y muchas veces muy especulativa. Este tema me ha interesado por mucho tiempo y recibe mucha atención en nuestro contexto norteamericano (todavía no sé si es muy relevante en Latinoamérica). Pero antes de hablar sobre los detalles científicos, creo que hay algunas cosas que tenemos que examinar para poder hablar de este tema en una manera razonable en vez de con fanatismo. Entonces, aquí hay unas ideas en que quiero que piensas antes de que yo desarrolle los argumentos científicos (y luego, bíblicos).

¿Cuán capacitado eres por esta discusión?

La primera pregunta es si tenemos la capacidad para hablar sobre asuntos científicos. La verdad es que el campo de la ciencia es enorme y muy técnico, y la mayoría de nosotros no estamos calificados para evaluar y llegar a conclusiones sobre los argumentos científicos. Mira a este grado. ¿Dónde te pondrías?

  1. Casi no sé nada de las ciencias. No me importan.
  2. Puedo contestar preguntas básicas. La ciencia es un poco interesante.
  3. Disfruto la ciencia, y hago investigaciones sobre las preguntas que tengo.
  4. Me encanta la ciencia, la estudio, y (probablamente) tengo un grado y un trabajo científico
  5. Soy un experto en un campo científico con conocimiento de otros campos

Yo me pondría en grado 3, y a veces he pensado en perseguir un grado o carrera en las ciencias, pero la vida (y Dios) me ha llevado en otra dirección. Si tuviera que adivinar, diría que la gran mayoría de personas está en los grupos 1-3, y solamente un porcentaje pequeño llega al grupo 5. Eso lo hace muy difícil tener una opinión fuerte y razonable sobre asuntos científicos. No es imposible tener una opinión buena, pero corremos el riesgo de mantener opiniones firmes que son equivocados.

Cantidad de información

Otro desafío que nos enfrenta es la cantidad tremenda de información que existe en nuestra sociedad. ¡Esta época se llama “la época de información” con razón! La cantidad de información que está a la mano en cualquier momento es increíble. Una búsqueda rápida por el término “orígenes humanos” (en inglés) produce 18 millones resultados. Indudablemente muchos de esos resultados hablarían de otras cosas que la ciencia, y mucha de la información se repetiría, pero todavía muestra que hay demasiada información para poder conocerla toda. La persona común es bombardeada con puntos de visto opuestos y tiene poca habilidad de poder discernir cuales opiniones son creíbles y cuales son tonterías. Y eso nos lleva a otro problema:

Desacuerdo entre los científicos

Hay muchas personas listas en este mundo. Muchos de ellos son científicos quienes han dedicado su vida a la investigación y el estudio de cuestiones científicas, y en particular, cuestiones relacionadas con los orígenes del mundo y de la humanidad. Pero la realidad es que ellos no están de acuerdo los unos con los otros. Si una vez has visto un debate entre científicos con diferentes puntos de vista, muy pronto se de cuenta de que hay un desacuerdo considerable sobre cuales estudios o investigaciones son válidos y correctos, cuales fuentes son creíbles, y aún sobre las definiciones de los conceptos que están discutiendo. La persona común tiene que luchar para entender cual argumento vale más y quién está diciendo la verdad o escondiendo cosas.

Pero la evidencia acerca de los orígenes es tan incierto que aún los científicos cambian de opinion. Aunque hay muchas variaciones de creencias con respecto a los orígenes del mundo, como cristiano hay cuatro grupos que me llaman la atención. El primero es los ateos y/o los naturalistas que dicen que todo el universo tiene una causa natural y que Dios no existe o, por lo menos, no participa en nuestro mundo. Luego, hay 3 grupos de cristianos: los que creen en Dios pero creen que Él hizo el mundo a través de procesos naturales (evolución teísta o algo parecido, como Francis Collins y su organización BioLogos – en inglés); los que creen que un agente inteligente (muchas veces identificado como Dios de la Biblia, pero no siempre) intercedió en el proceso de evolución en una manera sobrenatural para dirigirlo (Diseño Inteligente); y los que creen que Dios hizo el mundo en seis días como dice la Biblia en Génesis 1 (los jóven creacionistas – no he investigado esta página, es nada más un ejemplo que encontré con una búsqueda rápida).

Cada uno de esos grupos consiste de personas que son científicos que se considere como expertos en su campo (tienen doctorados, son profesores, investigadores, etc.). Y cada grupo tiene personas que fueron “dirigidas por la evidencia” a cambiar de un juego de creencias a otro. Entonces hay ateos que eran cristianos, peros sus estudios los llevaron a negar su creencia en Dios. Pero también hay ateos que se han convertido al cristianismo y se han juntado con uno de los otros grupos cristianos porque la ciencia los dirigió en ese camino. Hay creacionistas que han cambiado a la teoría de Diseño Inteligente, que han cambiado a creer en evolución teísta, y al revés. ¿Quién sabe cuantas personas han cambiado de un grupo a otro, o cual cambio es más común? De todos modos, vemos que hay muchos científicos muy inteligentes que no pueden llegar a un consenso sobre cómo empezó el mundo. Y si ellos no pueden acordar sobre cómo empezó el mundo, ¿cómo vamos a contestar esta pregunta definitivamente nosotros, la gente común?

La mentira de objetividad

Esto nos lleva a un punto que muchos mencionan cuando están hablando de cristianos que son científicos. El argumento es que como los cristianos creen en Dios y la Biblia “por fe”, entonces no pueden hacer la ciencia y sus investigaciones con objetividad. Sus creencias van a influir su ciencia. Bueno, en el primer lugar, tenemos que recordar lo que apenas vimos, que muchos científicos se han convertido debido a la ciencia, y no a pesar de la ciencia. La ciencia los llevó a cambiar sus creencias, y no al revés.

Pero más importante, la realidad es que es muy difícil, y tal vez imposible, por alguien ser completamente objetivo. Cada persona trae muchas experiencias previas y un juego de creencias a su situación. Cada ateo, cada cristiano, cada persona tiene millones de cosas que han formado su vida, sus presuposiciones y los lentes que usan para ver el mundo y tomar decisiones. No podemos ver cosas objetivamente, por mucho que lo intentemos. El mejor que podemos hacer es tratar de ser consientes de las influencias en nuestra vida y la cosmovisión y creencias que traemos a nuestra vida y trabajo. Cada científico, sea cristiano o no, se dirige a su trabajo con una cosmovisión y historia que influye como hace su trabajo, y en particular, como interpreta los datos. Obviamente, algunos datos son más abiertos a interpretación que otros, pero el punto queda igual. El ateo y el naturalista que ya han descartado la posibilidad de Dios o intervención sobrenatural son tan culpables como el cristiano de interpretar los datos de acuerdo con su cosmovisión. Y eso me dirige al próximo punto…

El papel de la fe

Esta idea es un poco difícil de explicar. Básicamente, el pensamiento o la acusación es que los cristianos viven “por fe” mientras que la ciencia se base en los hechos o datos concretos. Por lo general, los que dicen esto quieren decir que a los cristianos, no les importan los datos, o que no hay nada que se puede demostrar conclusivamente en el cristianismo, mientras que la ciencia trata completamente de datos conclusivos. La idea es que uno se base en creencias o la fe (que implica falta de evidencia), mientras que el otro se base en los estudios y pruebas.

Quiero discrepar con esta idea. Primero, como expliqué en mi post anterior, la fe se base en el conocimiento. Entonces yo tengo fe en el cristianismo porque he estudiado las cuentas históricas y la evidencia por y contra el cristianismo desde muchos diferentes puntos de vista y he llegado a la conclusión (tengo fe) que Jesús es el hijo de Dios. En la misma manera, he estudiado los orígenes del mundo y de la humanidad, lo mejor que puedo, y he llegado a creer (tener fe) que la evidencia apunta a Dios. Muchas otras personas mucho más inteligente que yo han llegado a la misma conclusión. Entonces tenemos fe en la existencia de Dios y en su acto de creación debido a la evidencia, no a pesar de ella.

Pero la realidad es que otras personas han estudiado los mismos asuntos y han llegado a conclusiones diferentes. Ellos han decido que la evidencia está en contra Jesús como el hijo de Dios y Dios siendo el creado del mundo. Todos hemos examinado la misma evidencia, pero hemos llegado a conclusiones opuestas. Entonces, ¿por qué se acusa un grupo (los cristianos) de ser irracional o contra la evidencia? Si la evidencia fuera tan claro, no habría desacuerdo y nadie tendría que “vivir por fe” en este asunto. Pero si un gran número de gente no están de acuerdo en un asunto, entonces los dos lados muestran fe cuando deciden creer en su posición, porque la evidencia no es suficientemente fuerte para ser concluyente. En otras palabras, los dos lados “viven por fe”.

Para ampliar este punto un poco más, piensa en como analizamos la información que recibimos. Somos bombardeados por informes y estudios que hablan de los avances o cambios en nuestro entendimiento de los orígenes de la humanidad. Dependiendo a quién lees o a quién escuchas, las investigaciones apuntan en una dirección u otra. A veces, un estudio puede ser utilizado como evidencia por un lado, y luego ser destruido por sus oponentes por varias razones, o aun ser declarado como evidencia de un punto completamente diferente de lo que se trataba en el principio. Cada persona tiene que analizar la información y tomar una decisión sobre cuales informes son válidos y fieles. Puesto que muchos de nosotros no tenemos la habilidad crítica para poder verificar la precisión de una investigación científica, decidimos en quien confiar basado en un sinnúmero de otras calificaciones – ¿cómo coincide este estudio con otros que hemos visto? ¿confío en la persona que hizo esta investigación? ¿está de acuerdo este estudio con la cosmovisión que ya tengo? ¿quién parece más creíble – la persona que hizo la investigación o su oponente? Ni siquiera los científicos examinen rigurosamente cada estudio que sale en las revistas, aunque son más probables revisarlos y criticarlos que la mayoría de nosotros.

Lo que quiero decir es que el estudio de nuestros orígenes está llena de decisiones de fe para cada uno de nosotros. Simplemente, hay demasiada información para poder analizarla todo, y la mayoría es demasiada técnica para nosotros, entonces tenemos que confiar en (tener fe en) las personas en quien hemos decido creer o escuchar. Y a menudo, las razones por las cuales hemos decidido creer en ellos no tienen nada que ver con la evidencia, y más que ver con otros factores. Entonces los dos lados, o sea, todos, “viven por fe”. Cada persona escoge a creer en algo que no puede demostrar con certeza. Y los dos lados piensan que la evidencia en favor de sus argumentos es aplastante. Pero si fuera así, entonces no tendríamos este debate, ¿verdad?

Una nota más sobre este asunto. Actualmente, la opinión de la mayoría en la comunidad científica es en favor de la evolución sin la necesidad de Dios. Creo que es justo preguntar si la opinión de la mayoría siempre estará correcta. Muchos de los que tienen este punto de vista crecían dentro de una sociedad con un punto de vista anti-sobrenatural que enseñaba o que Dios no existía o que la ciencia estaba demostrando que Él no era necesario. Dios era una creencia anticuada de una época primitiva o incivilizada. Es natural, dado esta suposición, que la mayoría de gente vaya a asumir que la evolución es la verdad sin siquiera examinarla cuidadosamente. Me pregunto cuántas de estas personas criadas dentro de ese sistema habrán investigado esta suposición para averiguar si es válida o no. No tengo una respuesta por esa pregunta, pero me imagino que hay muchos científicos que tienen suposiciones no reconocidas que influyen su trabajo.

Conclusion

Entonces, ¿qué quiero que tomes de esta discusión? Dos cosas:

  1. La humildad – Sé honesto con respecto a tu conocimiento científico, aun si eres un experto en algún campo de ciencia. En cuanto a la pregunta de nuestras orígenes, muchas personas muy inteligentes tienen muchas opiniones diferentes. Y mientras que muchos (tal vez la mayoría?) tienen esas posiciones porque ellos creen que es por ahí donde apunta la evidencia, muchos, en los dos lados, probablamente las tienen debido a suposiciones no reconocidas o creencias fundamentales que afectan su opinión. Sobre todo, aquellos de nosotros que no son expertos en la ciencia tienen que mantener nuestras opiniones ligeramente.
  2. La fe – reconoce donde estás mostrando fe en su vida o, mejor dicho, donde estás escogiendo a creer cosas que no has examinado personalmente. ¿Cuántos expertos y opiniones crees que nunca has estudiado? ¿Cuántas investigaciones has hecho personalmente en vez de aceptar las conclusiones de otras personas? ¿Cuáles son las suposiciones o motivaciones subyacentes de las investigaciones y cómo son hechas e interpretadas? ¿Qué tan bien conoces el carácter y la credibilidad de las persones en quien crees? ¿Por qué decidiste creer en ellos más que en otras personas? Probablamente vas a descubrir que no sabes mucho de esas personas o investigaciones, inclusive las suposiciones subyacentes de ellas. La realidad es que para poder hacer nuestro trabajo y vivir nuestra vida, tenemos que creer (tener fe) en muchas personas y cosas que no hemos podido estudiar cuidadosamente. Simplemente no hay tiempo, conocimiento o energía suficiente para validar todo personalmente. Pero tenemos que ser honestos sobre el monto de fe no probada que hay en nuestra vida.

Este post nos empuja fuertemente hacia el escepticismo, y no pido disculpas por eso. No importa dónde estás en tus creencias sobre los orígenes de la humanidad, creo que todos necesitamos examinar nuestra posición cuidadosamente. Hay mucha arrogancia en este debate, de los dos lados, y la gran mayoría de ella es inmerecida. Creo que es esencial que todos, seamos cristianos o no, reconozcan que todavía hay mucho más que no sabemos sobre los detalles científicos de nuestros orígenes de lo que sabemos. Y a decir verdad, desperdiciamos mucho tiempo peleando sobre detalles que, a decir verdad, no somos calificados a discutir.

En los próximos posts, explicaré mi posición con respecto a la evidencia científica, y después, lo que dice la Biblia sobre la creación. Mi próximo post, en particular, sobre la evidencia científica, no tendrá todas las respuestas a las preguntas. Sólo voy a explicar las cosas que más me llaman la atención y que me han dirigido a un fe más fuerte en la Biblia y Jesús en vez de botar mi fe por completo. Tú, claro, vas a tener que hacer tu propia investigación, examinar tus propias presuposiciones, y sacar tus propias conclusiones.

Como siempre, si quieren dejar un comentario, puedes hacerlo por abajo. No siempre los voy a contestar rápidamente, pero definitivamente los voy a leer. Hasta la próxima, entonces. Bendiciones.

La Fe

La Fe

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Mil disculpas por no haber escrito algo en mucho tiempo. Otras cosas (un viaje a Venezuela y una visita de mis padres, entre otras cosas) me han robado de tiempo extra para escribir. También quiero advertirlos que este post es mucho más largo de lo que había imaginado. Por los que no quieren leer un mini-libro, pueden leer el “Repaso breve” por el final, que explica las ideas principales de este post en una manera mucho más corto.

La Fe
Aunque la fe es el elemento clave del cristianismo (véase lo que dice Pablo sobre este asunto en Romanos 3-5), también es un concepto resbaloso, que es muy difícil de definir y agarrar. Incluye conceptos como creencia y confianza y a menudo se la ve como el opuesto de certeza (como en la primera definición del diccionario Word Reference).

Los resultados de esta confusión pueden ser muy negativos. Los adversarios del cristianismo a menudo lo rechazan porque creen que van a tener que “apagar sus cerebros”. Los cristianos a menudo se golpean por su bajo nivel de fe, sobre todo si no reciben un milagro que estaban esperando. Las preguntas sinceras no reciben respuestas porque “sólo tienes que tener fe”! Este concepto de fe, que debería ser un tesoro del cristianismo, se convierte en un motivo de tropiezo y un fuente de estrés para muchos. Entonces, ¿cómo podemos intentar de agarrar este concepto de fe en una manera que tiene sentido y también la eleva de nuevo a una posición de valor en nuestras vidas?

No digo que tengo todas las respuestas, pero a lo mejor algunos de estos pensamientos servirán para movernos en la dirección correcta. Por favor, añade tus pensamientos por abajo, pero para empezar, aquí hay dos conceptos sobre que puedes reflexionar.

La fundación de la fe es conocimiento
Esta idea parece contrario a lo que normalmente pensamos. Hemos adquirido la idea de que la fe requiere una falta de certeza. Cuando hablamos de tener fe o actuar en fe, tendemos a pensar en una carencia de conocimiento o en creer a pesar de la evidencia al contrario o en fe ciega o en caminar por fe, o sea, creer en algo que no podemos ver. Estoy de acuerdo con algunos aspectos de estas ideas, pero muy a menudo cambiamos el concepto de fe a un concepto de deseos o emociones intensos que tratamos de hacer subir dentro de nosotros. Pero creo que nuestras acciones de fe (tomar un paso hacia lo que no podemos ver) son solamente acciones de fe si tienen como base firme el conocimiento. Si no, son solamente, en el mejor caso, deseos de nuestra imaginación y en el peor caso, intentos de manipular a Dios.

Un ejemplo práctico. Tengo fe en mi esposa. Específicamente, tengo fe de que ella no me abandonará por otro hombre o tendrá un lío con otro hombre. Esta fe me permite irme por algún lugar por algunos días o aun semanas sin tener que preocuparme por nuestra relación o cómo ella se comportará. Pero ¿por qué tengo esta fe? Es muy sencillo. Porque la he conocido por años. Después de casi 15 años de casados, la conozco muy bien, y por eso tengo fe en ella. De hecho, a través de esos 15 años, mi fe en ella ha crecido continuamente, porque me ha mostrado vez tras vez que ella es digno de esa fe. Mi fe tiene como base el conocimiento.

Pero, dicen algunos, ¿no se puede temblar esa fe? ¿No han descubierto muchas personas por la manera dura que su esposa (o esposo) no era digno de su fe, que de veras no la conocía? La respuesta es una enfática y obvia “¡Sí!” la fe se puede temblar. Pero la clave no es si mi fe era mal colocada, sino si mi conocimiento era incorrecto. En casi cada situación donde se haya temblado la fe en una relación, es porque el conocimiento de esta persona era defectuoso o incompleto. En los casos de adulterio o otras situaciones feas, la persona que era culpable de la infracción casi siempre escondía cosas de la otra persona (o tal vez la otra persona no quería ver la verdad). Entonces como antes, la fundación de la fe es conocimiento, y la fe se tiembla por falta de conocimiento.

Es así por prácticamente cada cosa o persona en quien tenemos fe. No puedo pensar fácilmente en ejemplos donde esto no aplica. Tenemos fe que el sol va a salir cada día. ¿Por qué? Porque siempre lo hace. Tenemos fe que la silla nos va a soportar. ¿Por qué? Porque casi siempre lo hacen (y en los pocos casos cuando no lo hacen, es porque nuestro conocimiento de esa silla fue incompleto o defectuoso). Tenemos fe de que ciertas personas o empresas o aventuras son dignos de nuestra confianza debido a nuestra experiencia de ellas o nuestro conocimiento de ellas. Por el otro lado, tenemos fe de que algunas personas o empresas o aventuras no son dignos de nuestra confianza debido a nuestras experiencias o conocimiento de ellas.

De hecho, yo diría que la “fe ciega” prácticamente no existe. Siempre tomamos nuestras decisiones con algún tipo de conocimiento – impresiones, instinto visceral, nuestra confianza en alguien, etc. Tal vez haya tiempos cuando nuestra fe es mal informado, o falta mucho conocimiento o no tiene nada de sentido, pero casi nunca es “ciega”. Siempre hay algún tipo de conocimiento que la rodea y la informa.

Entonces, hay que aplicar esta idea a Dios. La Biblia queda muy claro que somos salvos por la fe. Sin embargo, esto no significa que estamos tomando una decisión con una falta de conocimiento. Por lo menos, cuando una persona decide seguir a Cristo, tiene un conocimiento de sus pecados (si no fuera así, ¿por qué aceptarían a Jesús?) y quien es Cristo. En el principio, el nivel de conocimiento será muy básico, y tal vez habrán aceptado a Cristo más por el conocimiento de la persona que les esté enseñando sobre Jesús que por su conocimiento de Dios, pero de todos modos, están tomando un paso de fe por conocimiento de algún tipo.

Claro, como con cualquier revelación o aventura, el nivel de conocimiento debe crecer para que crezca la fe. En el principio, muchas cosas pueden hacer que tiemble nuestra fe – las oraciones incontestadas, preguntas difíciles, la desaprobación de familiares o amigos, o un sinnúmero de otros desafíos. Y si nunca crecemos en nuestro conocimiento de Dios y nuestra relación con Dios, nuestra fe será muy débil y inmaduro. Pero mientras que crecemos en nuestro conocimiento de Dios y nuestra relación con Él, nuestra fe empieza a crecer. Eso ha sido la verdad en mi vida, cuando he encontrado muchos desafíos al cristianismo. Entre más he estudiado y buscado respuestas, más ha crecido mi fe, aunque seguramente no tengo todas las respuestas. Y entre más conocemos a Dios personalmente, a través de nuestros estudios de la Biblia, la oración, el escuchar a su voz y el interactuar con Él, más crece nuestra fe. Otra vez, al ver a Dios contestar mis oraciones (a veces oraciones muy específicas en maneras muy específicas) y hablar en mi vida, he crecido en mi fe.

La fe en nuestra vida
Este concepto de conocimiento como el base de fe es importante porque la fe siempre se muestra a través de acción, y esta acción por lo general incluye un grado de incertidumbre.

Si miramos de nuevo al ejemplo de tener fe en mi esposa, la acción de fe es irme por un tiempo (por el trabajo o lo que sea). Seguramente, podría pasar algo en mi ausencia. Objetivamente no puedo probar sin duda que puedo confiar en mi esposa mientras que no estoy. Si no tuviera fe en ella, nunca me sentiría cómodo dejarla en la casa sola. Pero sí tengo fe en ella. Estoy seguro de que puedo irme por un tiempo y dormir tranquilo con la certeza de que ella me va a estar fiel. Mi conocimiento ha resultado en fe, que me permite tomar una acción basada en esa fe.

Vemos eso vez tras vez en la Biblia. Dios le habló a Abraham. Debido a esta revelación (conocimiento), Abraham tenía fe en Dios. Claro, ¡Dios le había hablado! Esa fe permitía que Abraham saliera de su hogar y siguiera a Dios. Luego, porque Dios le había hablado y había mostrado su fidelidad, Abraham otra vez pudo actuar en fe por ofrecer a su hijo como sacrificio. Él sabía que Dios sería fiel. “El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios” (Génesis 22:8), y luego, “Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos” (Hebreos 11:19). Seguramente en esas dos situaciones hubiera sido muy difícil explicarle a alguien sus acciones o demostrarles que eran válidas. Esos paso de fe hubieran parecido muy tontos y deberían de haber sido muy difíciles, pero la fe, inspirado por conocimiento, permitió que Abraham tomara acción, aun sin poder ver como las situaciones resolverían.

Lo vemos otra vez en Mateo 9:20-21 cuando una mujer que estaba sufriendo de una hemorragia sabía que solo necesitaba tocar a Jesús para sanarse (el texto indica certitud). Ella sabía quien era Jesús (y tal vez Dios le había mostrado que iba a hacer). Ese conocimiento la dirigió a la fe, que la condujo a la acción. En Lucas 7:1-10, vemos un centurión que entendió como funciona el concepto de autoridad y también entendió quien era Jesús, entonces le dijo a Jesús que solamente tenía que decir la palabra, y su siervo se sanaría. Jesús lo hizo – y luego lo alabó por su fe. En estos dos casos, el acto de fe tenía incertidumbre, en el sentido de que ellos no podían mostrar (objetivamente) que lo que querían iba a pasar. Pero su entendimiento de quien era Jesús y que era lo que tenían que hacer o pedir les dio fe que resultó en acción y el cumplimiento de sus peticiones.

Por el otro lado, la gente en el pueblo natal de Jesús entendían quien era Jesús (o pensaban que lo entendía), y este conocimiento incorrecto (o por lo menos inadecuado) prevenía que Jesús hiciera muchos milagros (Mat. 13:53-58). Aunque nunca lo decimos, suponemos en este pasaje que Jesús trató de hacer milagros pero no pudo. No creo que esta suposición sea correcto. Dado la reacción de la gente a Jesús, creo que él solamente hizo algunos milagros porque la gente ni siquiera le pidió que los hiciera. Su falta de fe (con un base de conocimiento incorrecto) prohibió que le dieran caso a él. O ¿qué de Tomás?, que negó de creer en Jesús aunque 10 de sus mejores amigos (los otros apóstoles) y varias mujeres le estaban diciendo que habían visto a Jesús, sin mencionar la tumba vacía que hubiera podido examinar por si mismo. Él tenía mucho conocimiento, pero no estaba dispuesto tomar un paso de fe basado en ese conocimiento. Aquí vemos otra realidad: La fe se base en el conocimiento, pero el conocimiento no siempre lleva uno a la fe. Tenemos que tomar una decisión. En el caso de Tomás, Jesús lo regañó por su falta de fe. Jesús no quería “fe ciega” de Tomás. Él quería que Tomás tomara un paso de fe basado en la evidencia que tenía (que era amplia).

Entonces, ¿qué quiero decir? Simplemente que solamente podemos tener fe en las cosas que sabemos, o sea, las cosas que Dios nos ha revelado. Pero tenemos que tener cuidado con esta idea, porque hay dos maneras en las cuales Dios nos revela cosas. En el primer lugar, Dios nos ha revelado cosas más genéricas sobre quien es y su carácter. Sabemos que Él es un Dios bueno, pero también justo. Él nos ama y siempre va a estar con nosotros. Él es todopoderoso y puede hacer cualquier cosa que quiera hacer. Tenemos fe en Él, y oramos y actuamos de acuerdo con lo que sabemos de Él en general. Entonces compartimos nuestra fe con otros, oramos por el mundo y las situaciones que nos rodean, confiamos en Él y seguimos obedeciéndolo aun en tiempos difíciles. De veras, vivimos por fe – nuestro conocimiento de Dios informa la manera en la cual vivimos y las decisiones que hacemos.

Pero Dios también es soberano. Esto significa que también necesitamos entender (o por lo menos, tratar de entender) la voluntad específica de Dios en cada situación, y que quiere Él en esas situaciones. Por ejemplo, tengo muchos años de sufrir de dolor en la espalda. Le he pedido sanidad de Dios muchas veces y también he visitado quiroprácticos y otros profesionales médicos buscando ayuda. Hasta ahora, ninguna de esas oraciones (o otros métodos) ha traído la sanidad. Es muy fácil preguntar si no tengo suficiente fe. De hecho, una vez cuando alguien estaba orando por me, me preguntó si yo había orado “en fe”, creyendo que Dios me sanaría. Cuando hice una pausa antes de contestar (hablaré de eso en un momento), me dijo que “esta vez” oraríamos en fe, creyendo que Dios me sanaría. Oramos, pero Dios no me sanó.

El problema con este tipo de situación (a menudo con respeto a la búsqueda de milagros, aunque no siempre), es que echamos la culpa a nosotros o otras personas por no tener suficiente fe. Pensamos en la fe como un sentimiento que, si podemos estimular lo suficiente, podemos hacer que Dios haga lo que queremos que haga. La fe se convierte en una manera de controlar a Dios si tenemos suficiente. Pero eso me parece injusto, y aun contra lo que dice la Biblia. Es verdad que Jesús regañó a los discípulos por su falta de fe a veces (véase Mat. 17:19-20 y también 8:26 y los pasajes paralelos, Marcos 4:40 y Lucas 8:25), pero en estos pasajes Jesús parece enfocarse en su falta absoluta de fe, no en la intensidad de ella en una escala de 1-10. De hecho, en dos ocasiones separadas, les dice que solamente necesitan fe el tamaño de un grano de mostaza para hacer que una montaña o un árbol se eche en el mar (Lucas 17:5-6 y Mat. 17:19-20)!

Si pensamos en la fe como algo de que necesitamos armarnos, nunca vamos a poder tener lo suficiente, aunque solamente necesitamos fe el tamaño de un grano de mostaza (casi nada!). Pero si pensamos en la fe primeramente como algo basado en nuestro conocimiento de Dios en general, y luego en nuestro conocimiento de lo que Dios quiere en esta situación específica, tenemos una idea muy diferente de la fe. En cuanto a mi espalda, yo oro con completa confianza que Jesús me puede sanar si él quiere hacerlo. Pero nunca lo he escuchado decir que Él quiere sanarla, y que tiene planes para sanarla. De hecho, he sentido mucho ánimo y paz al leer los versículos en 2 Corintios 12:7-10 donde Pablo le ruega a Dios quitarle su “espino clavado en el cuerpo” y Dios le responde que su gracia es suficiente. Cuando escucho a Dios, me parece que su respuesta a mi petición de sanidad es que su gracia es suficiente. Seguiré pidiéndole por la sanidad de vez en cuando, porque eso es lo que quiero yo, y tal vez Él va a tener una respuesta diferente luego. Pero no me golpeo por no tener suficiente fe, como hice antes y como hacen muchos.

A veces, fe en el carácter y poder de Dios es suficiente – eso es lo que Dios está pidiendo en esa situación. Pero ¿pudiera nuestra fe ganar contra la voluntad de Dios en una situación? O, para decirlo en otra manera, ¿pudiera una persona armarse suficientemente de fe para poder mover una montaña si Dios no quería que moviera? La idea is tonta, pero a menudo eso es como pensamos de la fe. “Si solamente puedo armarme de suficiente fe, si creo con suficiente intensidad, entonces Dios hará lo que quiero que haga!” No, no lo hará. Jesús solamente hacía las cosas que Dios quería y lo había mostrado (Juan 4:34, 6:38, 8:28), entonces ¿por qué pensamos que podemos hacer cualquier cosa que queramos sin saber si es la voluntad de Dios? La suposición al base de la promesa de Dios de contestar nuestras oraciones o traer sanidad o mover las montañas es que estamos orando de acuerdo con su voluntad. Si no lo estamos, entonces, buena suerte con eso.

Todo esto nos dirige a unos pasos muy prácticos en cuanto a nuestra fe.

  1. Enfócate en conocer a Dios. Aprende sobre Dios, la Biblia y tu fe. Pero también conoce a Dios personalmente. Ora, lee las escrituras, estudia a Dios en soledad y con otros, aprende a escuchar su voz, practica diferentes disciplinas espirituales. Entre más conozcas y experimentes a Dios, más va a crecer tu fe.
  2. No entres en un pánico cuando lleguen dudas o desafíos. Estos son oportunidades para aprender sobre Dios y conocerlo más. A veces nuestro conocimiento es inadecuado y tenemos que aumentarlo. A veces es incorrecto y tenemos que corregirlo. Las preguntas y las deudas no muestran una carencia de fe, sino una falta de conocimiento. Y puedes crecer en eso.
  3. Vive por fe de acuerdo con lo que sabes. Todos tenemos un nivel de conocimiento de Jesús y la palabra de Dios si somos cristianos. Vivir por fe significa que vivimos de acuerdo con este conocimiento de Dios. Por lo general, esto no significa hacer algo loco, como regalar todo nuestro dinero a los pobres o embarcar en una nueva aventura en un país lejos del nuestro. Vivimos por fe a través de cosas pequeñas que todavía pueden ser muy difíciles, cosas como amar a un vecino desagradable, perdonar a alguien que nos ha ofendido, compartir el evangelio de Cristo cuando hay una oportunidad, decir la verdad, tomar decisiones éticas en tu negocio, etc. Cada uno de estos ejemplos, y otros, requiere que tomemos lo que sabemos de Dios y actuemos basado en ello, por lo general sin poder ver las consecuencias que vayan a pasar.
  4. Busca la voluntad específica de Dios en cada situación. No te castigues a ti mismo (ni a otros) por tu falta de fe, sobre todo cuando no ves milagros. Busca entendimiento sobre lo que Dios quiere en esa situación (y invita que otros te ayuden a discernir), y luego actúa de acuerdo con lo que Dios revela. Tal vez te dará consejo específico sobre lo que Él quiere en una situación. Tendrás que actuar en fe en esas instancias, aunque tal vez no parezca tener sentido a otras personas. Tal vez no revelará su voluntad específica. Entonces tendrás que actuar con sabiduría basado en lo que sabes de Él en general y lo que la situación demanda lógicamente. Pero no caigas en la trampa de pensar que “desear algo con intensidad” es igual que la fe. No lo es.

La fe es una realidad bonita de la vida. Todos vivimos por fe con regularidad – tenemos fe en instituciones, personas, ideas, teorías, etc. No hay ninguna persona que exista sin fe, sobre todo los cristianos. Pero nuestra fe no es solamente “desear con intensidad” o un intento de manipular a Dios para que haga nuestra voluntad. Nuestra fe tiene como base sólido un conocimiento general y específico de Dios y su voluntad. Que busquemos más a Él para poder vivir más y más en fe.

Repaso breve
El problema que veo con la fe (sobre todo en la iglesia) tiene dos puntos:

Primero, muchos piensan que la fe significa creer algo sin evidencia. Yo creo que la Biblia nos muestra que la fe es creer algo basado en lo que sabemos. Es verdad que a veces hay huecos en nuestro conocimiento, pero cada vez que mostremos fe, es basado en las cosas que sabemos. No es fe creer en algo por la cual no tenemos nada de evidencia. Hacer eso sería una ilusión o deseo vacío o, a veces, pura tontería.

Segundo, la fe se ve a veces como un sentimiento intenso que personas usan para tratar de hacer que Dios haga lo que quieren que haga. Pero no vamos a recibir lo que queremos por tratar de creer con más intensidad. Tampoco podemos hacer que Dios haga cosas a través de nuestra intensidad de creencia. Si Dios nos ha revelado algo, entonces podemos tener fe. Si no nos ha revelado su voluntad, entonces no podemos tener fe que Él va a hacer lo que queremos.

Para dar un ejemplo muy común, sabemos que Dios a veces sana a personas, y a veces no. Entonces podemos tener fe que Él tiene la habilidad de sanar, pero a menos que nos ha mostrado que es su voluntad sanar en esta circunstancia especifica, no podemos tener fe de que nos va a sanar. Es imposible tener fe en algo que no sabemos. He visto un sinnúmero de ejemplos de personas tratando de aumentar la intensidad de su fe, o tratando de hacer que Dios sane a alguien “por la fe” cuando no hay ninguna indicación que Dios esté dispuesto a sanar en esa instancia. La devastación que resulta cuando no reciben la respuesta que buscan y, a veces, la pérdida de su fe en Dios, es muy doloroso ver y completamente innecesario.

Crecemos en nuestra fe por conocer más a Dios. Entre más lo conocemos y más podemos discernir su voluntad específica en una variedad de circunstancias, mejor podemos mantenernos firmes en nuestra fe, porque esa fe tiene un base sólido y una perspectiva correcta.

La Lucha por Fe

La Lucha por Fe

English Version

De vez en cuando, me despierto en la mañana y no estoy seguro si todavía creo.

Soy un hombre muy racional. Me gusta entender cosas y las razones por las cuales son como son. Me gusta tener respuestas y solucionar problemas. Me gusta tener la habilidad de explicar ideas y probar que mi punto de vista está correcto. Y aunque el cristianismo es racional y tiene muchas cosas que se puede estudiar y probar y examinar, en el fin creo por la fe. Y odio que no puedo probarlo completamente.

La fe es difícil para mí. Nunca voy a promover lo que se llama “fe ciega”. Creo que la fe incluye un grado de conocimiento, más de lo que pensamos muchas veces. Probablamente voy a escribir más sobre esta idea luego. Pero aun con un grado de conocimiento, tener fe todavía implica un paso intencional hacia algo que no podemos ver con claridad. Es algo que no podemos probar completamente aun a menudo a nosotros mismos, y sobre todo a otros.

A veces pienso en la historia de Cristo y me pregunto, “¿De veras? ¿Yo creo en eso?” Pienso en mis amigos de escuela secundaria, (la mayoría de ellos ganaban los premios de “mejores estudiantes”), y me imagino que ellos pensarían de mí “Él parecía tan inteligente”. Bueno, ya que casi no me comunico con ellos, todo está en mi imaginación, pero de todos modos, eso es lo que me imagino que dirían sobe mi decisión de seguir en mi vida de fe. (Aunque tal vez dirían que yo solo era “más o menos inteligente”. Puedo aguantar eso.)

En cualquier caso, a veces paso por momentos de duda sobre el cristianismo. De hecho, creo que el versículo de mi vida es Juan 20:29, cuando Jesús le dice a Tomás, “Porque me has visto, has creído. Dichosos los que no han visto y sin embargo creen.” Tengo envidia de Tomás, porque Jesús actualmente se le apareció – una prueba que no me ha dado a mí. En mis momentos de duda, ese versículo se hace burla de mi, y me plantea una ideal (la fe sin vista) que lucho agarrar con firmeza.

Pero cada vez que vienen las dudas, tomo un poco de tiempo para reexaminar mi fe. Considero todas las opciones – el ateísmo, otras religiones, el agnosticismo, etc. – y siempre termino con afirmar de nuevo mi creencia, mi fe, en el cristianismo. ¿Por qué? ¿Qué es lo que me parece tan persuasivo que sigo creyendo aun cuando tengo dudas?

Hay muchas razones, pero aquí le presento las más importantes. Las comparto para los que, como yo, luchen conservar su fe en un mundo que quiere destruirla o para los que estén reflexionando sobre su propia viaje de fe. Por favor, compartan tus pensamientos y preguntas por abajo en la sección de “comments” (¡si he logrado hacerlo correcto y esa sección funciona!) Probablamente voy a escribir más sobre cada idea luego, pero ahorita solo voy a dar explicaciones cortas.

  1. La ciencia no explica todo. Amo la ciencia, pero a mí, no tiene mucho sentido si Dios no está incluido. Parece que hay muchas preguntas que la ciencia no contesta, y brechas que no creo que la ciencia vaya a llenar. Podría decir mucho más sobre este tema, pero voy a dejarlo ahí por el momento.
  2. Amo el cuento del cristianismo. La historia del cristianismo me parece muy fascinante: Dios creó este mundo para nosotros, y nos lo dio para cuidar y desarrollar (con el intento de ayudarnos a través del proceso); después lo rechazamos a Él y nos hemos enfrentado a las consecuencias y fallas que están incluidos con esta decisión, tanto personal como societal; luego vino Jesús y proclamó la llegada del reino de Dios y nos invitó a unirnos a este reino y trabajar junto con Dios en construir y reflexionar su reino aquí en la tierra (y luego en el cielo). Quiero ser parte de esta historia en vez de solamente pasar los días tratando de hacerme feliz, o sobrevivir, o ganar más cosas que otros.
  3. Poder para explicar el mundo. C.S. Lewis lo dijo mejor cuando explicó, “Yo creo en el Cristianismo como creo que ha salido el sol: no sólo porque lo veo, pero porque por él veo todo lo demás” (cita aquí, del artículo ¿Es teología poesía?).  El cristianismo hace que lo demás del mundo tenga sentido. Dios creó los humanos en su imagen, y por eso son capaz de amar y de hacer cosas buenas. Pero debido a la corrupción del pecado, también son capaz de los hechos más feos y malvados que se puede imaginar, y todo lo demás dentro de esos extremos. Además, nuestros deseos por amor, justicia, belleza y significado nos apuntan a una realidad más grande que nosotros. Para mí, el cristianismo explica este mundo y las cosas que experimentemos perfectamente.
  4. Arqueología y Historia. Mientras que todavía hay preguntas y debates, por lo general la historia de la Biblia es muy sólido. Lugares existen. Detalles están de acuerdo con la historia. Incongruencias y preguntas se resuelvan vez tras vez. Eso no significa que no hay espacio para dudas, pero sí significa que tengo muchas razones para creer lo que dice la Biblia. Esto es en marcado contraste a otros libros de fe (el libro de Mormón sería el ejemplo más obvio) y en contraste a los esfuerzos de otros para mostrar que la Biblia es falso.
  5. Experiencia de lo sobrenatural. Este es un poco delicado, porque muchas personas de muchas diferentes creencias o contextos tienen experiencias sobrenaturales. También, hay fuerzas importantes que pueden influir nuestras experiencias – nuestra historia, nuestro humor en cualquier momento, información falsa, suposiciones, expectativas, etc. Pero al mismo tiempo, no puedo negar las experiencias de lo sobrenatural que he visto yo. Tampoco estoy dispuesto de ignorar cada historia de milagros, hablar en lenguas, curación divino y otras cosas sobrenaturales de que he oído. Ser escéptico de una experiencia sobrenatural es comprensible; rechazar cada experiencia de cada persona como supersticioso o falso es ridículo y arrogante. Me niego a dejar que las experiencias sobrenaturales (las mías o de otras personas) sean mi guía única en la vida. Sin embargo, cuando se las combinan con otros factores en esta lista, la experiencia de Dios y lo sobrenatural es una razón significativa para mi fe.
  6. La resurrección de Jesús. Este es el punto clave de mi fe, mucho más importante que cualquier otro punto. El apóstol Pablo lo explica muy claramente en 1 Corintios 15:14 y 17, “Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes…Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados.” Vez tras vez regreso a la resurrección de Cristo. Lo he estudiado desde muchos puntos de vista, examinando la confiabilidad del Nuevo Testamento, el crecimiento de la iglesia, la conversión de Pablo, los cuentos de su muerte y resurrección, etc. Entiendo los argumentos para y contra la resurrección, y vez tras vez afirmo la realidad de la resurrección de Cristo. Esto es un paso de fe, lo sé, pero es un fe razonable y lógica, aunque todavía me parece difícil de creer a veces. y si este acto de veras pasó, entonces todo lo demás fluye desde este punto.

 

Entonces, soy un hombre de fe. Mantengo lo que se considera un cristianismo ortodoxo, no porque me crié así o porque soy ignorante del mundo verdadero o porque estoy escondiendo de las realidades difíciles de la vida, sino porque cuando reflexiono sobre la vida, la historia, la ciencia y las Escrituras, me parece que la mejor explicación por todo es el cristianismo. Cuando considero mis opciones, no encuentro nada que parezca tan sólida y satisfactoria como el cristianismo. Entonces cuando suben dudas, las examino. Las considero cuidadosamente. Hago investigaciones de las preguntas y dudas que suben. A veces encuentro soluciones, y a veces no. Trato de hacer las preguntas difíciles. Y por fin, reafirmo mi fe. Porque cada vez las razones en favor de fe son más fuerte que las razones para dudar.